La ansiedad en los canes
Muchos cuidadores deciden sedarlos, pero eso no resuelve el problema.
La ansiedad es un problema de comportamiento que se manifiesta en perros ante diferentes situaciones. Incluso, algunos perros la presentan cuando se quedan solos durante un tiempo no tan prolongado.
Si notamos que el perro está muy nervioso, inquieto, llora, busca escapar o simplemente no conseguimos calmarlo; es probable que presente ansiedad. Al ver estas acciones, muchos cuidadores optan solucionar por administrar una medicación al perro pero esta, así permita mantenerlo sedado, no resuelve la situación.
Además, en el mercado encontraremos productos como premios, difusores, collares o pulverizadores que contienen principios activos o feromonas para perros con un efecto tranquilizante.
Concretamente, es muy común la ansiedad en perros por cohetes y fuegos artificiales. Estos ruidos suelen producirse de forma repentina y continuada, provocando que el perro se asuste. En estos casos, si nos encontramos en la calle debemos tener especial cuidado porque es probable que el perro asustado intente huir zafándose de la correa.
También podemos observar que el perro busca refugio, gime, hipersaliva y está muy inquieto y nervioso de forma que no es capaz ni de escucharnos. En esos momentos es fácil que intentemos acariciarlo con el objetivo de tranquilizarlo pero esta acción puede ser interpretada como un refuerzo de la conducta ansiosa. Pero las causas son múltiples.
Separación. Los trastornos relacionados con la separación son cada vez más conocidos. Por lo general, se manifiestan cuando dejamos solo al perro y desencadena aullidos, ladridos, destrozos o eliminación en el interior del hogar, ya sea por medio de orine o heces.
Podemos intentar mejorar este comportamiento estableciendo un horario de salidas que vaya en aumento de manera gradual, de forma que, poco a poco, consigamos que el perro se habitúe a quedarse solo.
Indefensos. Llevar un cachorro a nuestro hogar supone un gran cambio para él y, muchas veces, podemos notar que le cuesta quedarse solo, por ejemplo, si no duerme con nosotros durante la noche. En estos casos es normal que el pequeño, acostumbrado a su casa y a su familia; llore, ladre o rasque la puerta.
En la actualidad, los expertos ya cuestionan estas prácticas por lo que sí podremos consolar a nuestro cachorro y premiarlo. Una buena socialización del cachorro es muy importante para evitar la ansiedad.
Mayores. Cuando nuestros perros se hacen mayores es posible que observemos cambios en su comportamiento compatibles con el síndrome de disfunción cognitiva o estados demenciales, que podríamos interpretar como el Alzheimer que afecta a los seres humanos.
El perro se mostrará intranquilo, nervioso, desubicado, llorará o ladrará y puede presentar comportamientos destructivos, eliminación inadecuada, etc. También puede aparecer ansiedad por separación.
RECOMENDACIONES
Para reducir su ansiedad, los creadores pueden cerrar las ventanas y bajar las persianas para minimizar el ruido exterior. También es conveniente que le proporcionemos un lugar donde se sienta seguro y que lo acompañemos, siempre manteniendo la calma para no aumentar su inseguridad.
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