Vándalos de Castillo atacan al pueblo

Por César Rojas

Cada vez más peruanos sufren la barbarie de los fanáticos de Pedro Castillo. Entre lágrimas, madres de familia, humildes obreros y taxistas pidieron el fin de las violentas manifestaciones contra la presidenta Dina Boluarte. En un video grabado por ellos mismos, los agitadores se ponen al mismo nivel del delincuente Abimael Guzmán, cabecilla terrorista de Sendero Luminoso.

«Por favor, les pido encarecidamente que manden al Ejército a Apurímac, porque es un desastre. Han abandonando a la Policía a su suerte. Los que están atacando la comisaría, los que están quemando la Fiscalía, los que están haciendo esto no son personas normales. No son personas del pueblo. ¡Son terroristas, entiéndanlo! A la Policía la han rebasado. ¡Manden al Ejército, por favor!», fue el llamado de una peruana que ha visto los destrozos en Apurímac.

En el kilómetro 525 de la Panamericana Norte, en medio del bloqueo de quienes exigen el cierre inmediato del Congreso, por lo menos 50 niños y una mujer embarazada pasaban horas varados.
A ellos se les acababan los alimentos y el agua, a lo cual se sumaba el fuerte calor en esa zona de La Libertad. En la víspera, Julia Martínez Vásquez, una chotana de 106 años que necesitaba atención médica especializada en Lima, pasaba un trance similar.

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«Los niños se están deshidratando. Por favor, queremos paso, queremos llegar a nuestro destino», manifestó una madre de familia, sin ser escuchada por las autoridades.

La turba incluso atentó contra personal de dos ambulancias del SAMU liberteño. Según el Ministerio de Salud «fueron agredidas cuando brindaban atenciones médicas a personas que resultaron heridas durante las manifestaciones en la ciudad de Chao».

Llegando al sector Cerro Blanco, cerca del centro turístico El Mirador (sierra de Trujillo) un grupo de ronderos que apoyaba los bloqueos, identificó una unidad móvil de Latina Televisión. Obligaron al chofer a salir a hacer planchas, bajo amenaza de no permitirles avanzar.

«Dejé a mi periodista en Camaná con Ocoña porque iba a cubrir la protesta. Salí por Colmena, pero salió una turba de 50 a 80 personas y no pude avanzar. Ellos vinieron de frente a agredirnos con piedras», declaró.

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