La estocada final contra Castillo
El presidente fue informado por la DINI de conductas dolosas de su entorno, como la solicitud de 500 mil dólares para un espía ruso y S/ 100 mil para sobornar a un canal de TV.
Por Harold Salinas
A escasas horas del debate de la tercera moción de vacancia presidencial, el ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), José Luis Fernández Latorre, decidió revelar hechos de corrupción ocurridos dentro de esta agencia adscrita a la PCM y con oficina en Palacio de Gobierno.
Según su manifestación ante los medios de comunicación, Rubdel Oblitas, sobrino de la primera dama Lilia Paredes, de manera soberbia pidió medio millón de dólares de los fondos de la DINI para contratar a un funcionario ruso con conocimiento en dicha área.
Esta petición se dio en presencia del ex ministro de Defensa Walter Ayala y el exasesor en la sombra Henry Shimabukuro.
Siguiendo con su relato, el recientemente excarcelado habría alertado al actual mandatario sobre las redes de corrupción que ocurrían alrededor del entorno presidencial, en relación al ex secretario de Palacio Bruno Pacheco y al prófugo de la justicia Alejandro Sánchez, dueño de la casa de Sarratea.
Asimismo, Fernández reveló que el presidente Castillo habría ordenado encubrir las fugas del ex ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, y su sobrino Fray Vásquez.
«Algo que no le voy a perdonar a ese señor Castillo son las lágrimas de mi hijo. Voy a entregar audios originales, videos, lo que acabo de decir lo voy a probar. Antes tenía que tener un perfil bajo, tenía que comerme todo lo malo que veía ahí dentro por mi condición de Director Nacional de Inteligencia», reflexionó.
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