Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de Sunass, en entrevista con Expreso: “El termómetro económico ahora está en la llave del agua”
Nueva medición de la Sunass desagrega por sectores, subsectores y también por ciudades, ofreciendo así una “tomografía” de la actividad productiva.
En diálogo con EXPRESO, Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de Sunass, explica cómo el consumo de agua se convirtió en un indicador correlacionado con la actividad económica.
Advierte que la nueva metodología del WACC (tasa de ganancia de las Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento) será decisiva para definir tarifas de agua, con impactos tanto en los usuarios como en la estabilidad del sistema regulatorio.
Mauro Gutiérrez, ¿cómo funciona este índice y cuál es su relación con la economía?
Este índice está estrechamente correlacionado con la actividad económica, tanto a nivel general como en determinados subsectores. La lógica es sencilla: la actividad económica es la suma de lo que ocurre en el comercio, la manufactura y cualquier sector que genere valor agregado. Y casi todas esas actividades, de una u otra forma, utilizan agua como insumo dentro de sus procesos. Además, el consumo de agua varía según el nivel de producción: a mayor actividad, mayor consumo.
El reto fue cuantificar esa relación: cuánto significa realmente ese movimiento. Es decir, si la actividad crece en 1 %, ¿cuánto se incrementa el consumo de agua? Lo que encontramos es que existe una alta correlación. En los gráficos presentados se observa que el valor agregado bruto (VAB) y el índice de consumo de agua se mueven juntos. En economía llamamos a esto cointegración: como si ambos indicadores “bailaran” al mismo ritmo.
¿Qué implica este hallazgo?
Que podemos usar el consumo de agua como un “proxy” de la actividad económica subyacente. Es decir, aunque no reemplace a las cuentas nacionales, nos da una señal temprana de hacia dónde va la economía. Lo esencial es saber si la tendencia es positiva o negativa: si vamos hacia arriba o hacia abajo, y con qué intensidad. Claro, siempre con el disclaimer de los márgenes de error que puede tener cualquier proyección. Pero, aun así, el índice nos da una orientación sobre la dirección y magnitud de los cambios.
Mauro Gutiérrez, ¿cada cuánto se emitirá el índice?
Por el momento se publicará de manera trimestral. El procesamiento de la información toma alrededor de 45 días, lo cual es un plazo bastante razonable para disponer de datos de calidad. Además, la ventaja es que trabajamos con una muestra amplia, lo que mejora la precisión. Y, al ser más desagregado, el índice nos permite hacer cortes más detallados, casi como una “tomografía”: no solo a nivel de sectores, sino también de subsectores y grupos específicos. Por ejemplo, dentro de la hotelería podemos diferenciar entre distintos tipos de hoteles, porque no todos se comportan igual.
¿También se podrá segmentar geográficamente?
Exacto. El índice nos permite ver diferencias territoriales: cómo se comporta la misma actividad en Miraflores, San Isidro o El Callao, por ejemplo. Esa capacidad de desagregación es uno de sus principales valores. El paso siguiente es expandirlo a otras ciudades del país. Hoy sabemos que Lima concentra buena parte de la actividad económica, pero también existen polos importantes en la costa norte (como Piura, Lambayeque, Trujillo), en la sierra (Arequipa, Cusco) y en otras ciudades intermedias. La idea es extrapolar la metodología a esos lugares para tener una visión nacional.
¿Qué diferencia aporta este índice frente a otros indicadores?
Que nos da la película completa, no solo una foto. Es decir, no vemos únicamente la caída de la actividad, sino también la magnitud de esa caída, la duración y velocidad de la recuperación. Esa dinámica varía entre sectores y territorios.
Entrando al tema de tarifas, ¿qué cambios ha traído la nueva ley?
La norma estableció un conjunto de modificaciones importantes. Una de las principales fue el rebalanceo tarifario: todas las tarifas de agua en el país deben ser revisadas a más tardar en diciembre de 2025. En el caso de Sedapal, esta revisión está en curso y ya se ha planteado una variación de alrededor de 14.5 %. Incluso se realizó una audiencia pública al respecto.
Mauro Gutiérrez, ¿qué ocurre con la metodología de rentabilidad de las empresas?
El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento tiene ahora la obligación de revisar y cambiar la metodología de cálculo de la rentabilidad asignada a las empresas, lo que técnicamente llamamos el WACC (costo promedio ponderado de capital). Actualmente está en el rango de 5 % a 6 %, pero con la nueva metodología no sabemos aún cuál será el valor. Y esto es crítico, porque un punto adicional en el WACC implica entre 9 y 10 puntos porcentuales de variación en la tarifa de Lima. Por eso decimos que es un componente muy sensible, una “perilla” con alto efecto de apalancamiento.
¿Cómo se está abordando esta discusión?
Sunass ya envió comentarios a la nueva metodología. Creemos que hay espacio para mejoras, pero lo fundamental es que cada componente esté bien justificado y basado en buenas prácticas internacionales.
Responsabilidad
A partir de la promulgación del DL 1620, la Sunass ya no determina la tasa de actualización. Con la nueva norma, es el MVCS quien define la metodología y determina que la Sunass aplique el cálculo.
Cifras reales
14.5 por ciento es la variación que tendría la tarifa con la nueva ley.
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