Julio Corcuera, exviceministro de Seguridad Pública: “Donde hay control territorial, se controla quién hace campaña”

Solo entre enero y mayo de este año se registraron 11,475 denuncias por extorsión a nivel nacional. Cifra alarmante, tomando en cuenta que en 2021 se dieron a conocer 4,510. Julio Corcuera, ¿se ha normalizado? 

El fenómeno no es nuevo, que recién nos hayamos dado cuenta es otra cosa. Donde se ha desarrollado con mayor gravedad es en el norte del país y una de las razones por las cuales se ha multiplicado es porque se ha vuelto relativamente “fácil” desarrollar este delito. ¿Por qué no se ha multiplicado el asalto o el robo de autos? Y no lo deseo, solo lo pongo como ejemplo. ¿Por qué la extorsión? Porque se puede desarrollar desde el anonimato. ¿Y por qué es más fácil? Porque para llamar y amenazarte solo requiero de un chip y puedo enviar un mismo mensaje o amenaza a una persona o a 10 o a 100 personas.

Dar con el extorsionar se ha vuelto una tarea difícil. 

Cuando comenzó esto con La Jauría, Los Pulpos, Los Clavos, una persona tenía que ir a recoger el dinero del cupo. A esa persona la detenías. Si no era un adulto, era un adolescente o un niño, lo seguías y veías quién lo mandaba. Eso era antes. Ahora el cupo te lo pagan por Yape. Entonces, extorsionar es absolutamente anónimo porque lo hago a través de un chip que no va a llevar mi nombre y, además, tú me vas a pagar a un WhatsApp que no es mío. Por lo tanto, yo podría sentarme una mañana en mi casa a mandar 5,000 mensajes extorsivos y con que me contesten tres ya hice mi día.

En el libro, describe a la extorsión como la pandemia de la pospandemia.  ¿Podríamos avizorar una pospandemia de las extorsiones? 

Absolutamente. La Policía cumple un rol importante, pero no es el único actor. En todo el libro, en absoluta consonancia a la Convención de Palermo de Las Naciones Unidas contra las drogas y el delito y en absoluta consonancia con la Ley peruana de Crimen Organizado que se inspiró en esa convención, vas a ver que los criminales ven al crimen como una empresa. Si hablamos bajo esos términos y queremos boicotear a una empresa criminal, lo que propondría es hacerles difícil su operación empresarial ilícita.

Julio Corcuera, ¿cómo la hacemos difícil? 

Regulando mejor las operaciones por Yape. Si desaparece la billetera electrónica, los obligamos a que se expongan. Si reducimos el número de chips, hacemos más difícil su labor. Según INEI, el Perú tiene 34 millones de habitantes y, de acuerdo con Osiptel, 21 millones de peruanos, mayores de 12 años, tienen acceso a un smartphone. En 2024 se han registrado 43 millones de líneas móviles. Es decir, hay 22 millones más chips que smartphones en circulación. No podemos decir que todos los peruanos tengan dos teléfonos. Entonces, ¿dónde están esos millones de líneas? Un extorsionador suele tener un teléfono, pero hasta 30 chips para evitar la geolocalización y la georeferenciación. Regulando el mercado de chips se regula el tema de la extorsión. Esto involucra a la Policía, pero también a los diversos actores de justicia y a las teleoperadoras de telefonía.

No solamente estamos a ciegas con los chips. De acuerdo con el Mininter, poco más del 83% de los delitos en Perú no se denuncian. ¿Cómo el miedo hace que el negocio de la criminalidad sea más rentable?

El miedo, como toda emoción intensa, nos hace tomar decisiones apresuradas. Pagas por miedo. Pero ¿por qué el libro se llama El negocio del miedo? Porque hay un gran libro de Diego Gambetta, llamado “El negocio de la protección”, es sobre la mafia siciliana. ¿Por qué se llama El negocio de la protección? Porque cuando tú le pagabas a La Cosa Nostra, esta te daba protección. Es decir, al pagarles nadie más te iba a amenazar o extorsionar. Eso hacía que el cupo funcione como un negocio de la protección. En el Perú no es así. Aquí no te dan protección. Te llaman, te amenazan y al día siguiente otro grupo te llama y te amenaza. Por eso en las noticias ha salido una empresa de transportes, en el Cono Norte, que paga cupos a cuatro organizaciones distintas. Aquí no te dan protección sino miedo.

Y esto no termina con el pago, estamos hablando de un circuito extorsivo. 

Hay una premisa que ellos tienen. No lo dicen así, pero yo lo he tratado de resumir. El que paga una vez paga siempre.

Es interesante analizar la extorsión como modelo de negocio, desde Los Pulpos. Ellos no empiezan extorsionando, cambian de rubro para seguir compitiendo en el mercado.  

Empiezan robando carros. Sucede que nosotros olvidamos que ellos son seres humanos, que hacen cosas malas, por supuesto, pero son tan humanos como cualquiera en el sentido de sus motivaciones. Hacen lo que hacen por dinero y con los años –hablamos de organizaciones que tienen décadas– han optimizado los procesos a través de ensayo y error, por circunstancias del mismo mercado. Han mutado junto con la realidad.

Sobre la delimitación territorial. La pregunta es, ¿los candidatos que realicen sus campañas en estas elecciones tendrán que negociar con las bandas delictivas si quieren entrar en su terreno? 

Cosas como estas alteran la teoría electoral, la teoría de partidos y todo lo demás que muchos colegas enarbolan y las alteran por razones obvias porque donde hay control territorial, también se puede controlar quién hace campaña y quién no hace campaña.

¿Habla de pedirles permiso?

Exacto, y le pides permiso a quien tiene control. Eso deja en outside a muchos partidos políticos porque no importa qué partido quiera llegar ahí. De alguna manera, el partido tiene que entrar en un proceso de diálogo. Obviamente, el candidato no va directamente a hablar con el actor criminal, sino que este manda un intermediario. En el libro le hemos puesto el nombre de “chacal” por usar un eufemismo, porque así les llaman.

Hay otra cosa alucinante y es la venta de merchandising o saludos a través de TikTok. ¿Nos quejamos de la inseguridad, pero la financiamos? 

Tú o yo no pagaríamos por saludos de algo que para nosotros no tenga representación o legitimidad. Hay que observar esa variable. ¿De qué manera empiezan a ganar legitimidad?  Esto, además, les da un poder simbólico. Se trata de un análisis de subcultura criminal. ¿De qué manera esa legitimidad habla de códigos que se han establecido y desarrollado?

Cifras reales

83 por ciento De los delitos en Perú no se denuncian por miedo a las represalias, de acuerdo a data del Ministerio del Interior.

Aventureros

Julio Corcuera resaltó que no solo extorsionan bandas criminales sino también personas que nunca han asaltado a nadie; es decir, aquellos que no son parte de la carrera delictiva en general porque no son criminales, pero se aventuran a hacerlo. De ahí el nombre. Buscan ver si algo cae.

¿Cuál es la rentabilidad del negocio de la extorsión?

Es difícil plantear un monto, aseguró el autor. Pero a través de las entrevistas que realizó con extorsionadores en libertad, presos o con preventiva, detectó que, salvo las organizaciones criminales con ingente capacidad económica, no parecían dotados de gran cantidad de dinero. “El dinero que llega fácil se va fácil”, enfatizó.

Perfil

Julio Corcuera ha sido viceministro de Seguridad Pública en el Mininter y excoordinador del Programa Global de Ciberdelito para Perú y Ecuador en la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) contra las Drogas y el Delito. Ha sido docente de Crimen Organizado en la Escuela de Posgrado de la PNP. Actualmente, es docente en la Universidad de Lima y autor de “Extorsión: el negocio del miedo”, entre otras publicaciones.

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