Carlos Casas, exviceministro de Economía: “El turismo no compensa las pérdidas de los feriados”

Aunque se suele argumentar que los feriados impulsan el turismo, Carlos Casas, profesor principal del Departamento de Economía de la Universidad del Pacífico y exviceministro de Economía, es enfático: el impacto en el PBI de lo que se incentiva el turismo es marginal frente al costo de paralizar sectores como la industria o la agroexportación.

Según el economista, esta dinámica resta competitividad, eleva los costos de las empresas y limita la capacidad del Perú para competir en los mercados internacionales.

Hablando de competitividad, ¿los feriados realmente nos restan o estamos exagerando?

Sí, restan. Más que un tema de competitividad en sí, lo que generan es un encarecimiento de la mano de obra, porque hay que pagarle a alguien que no trabaja. En los últimos años, recuerdo que se añadieron al menos tres feriados más. Eso incrementa marginalmente el costo laboral, pero, sobre todo, lo que ocurre es que se pierde producción, que es lo más importante. Son días en los que no se trabaja.

Algunos defienden estos feriados diciendo que fomentan el turismo. Pero si la gente no trabaja, no genera ingresos, ¿con qué recursos va a viajar? En la práctica, muchos se quedan en casa. Y, además, el turismo representa una proporción pequeña del PBI; no se puede detener toda la producción nacional para incentivar apenas unos días de turismo.

¿Qué tiene más peso en el PBI? ¿El turismo o la industria? Entrevistamos en Expreso a John Gleiser, de Corporación Rey, y estaba preocupado.

La industria aporta más. Las empresas deben seguir produciendo, porque no pueden parar y deben pagar más por el mismo trabajo. Esto encarece los costos. En el mercado internacional, los clientes no esperan: hay órdenes de compra que cumplir. En esos casos, el feriado simplemente aumenta el costo de la mano de obra. Lo mismo ocurre en la agroindustria: la uva no espera a que pase el feriado para cosecharse; si no se corta a tiempo, se pierde. En el retail, los vendedores no saben si entrará más o menos gente, pero igual deben cubrir los turnos.

En conjunto, este esquema de feriados sí nos resta. Nos hace menos competitivos, porque incrementa los costos, dificulta atraer inversiones y termina afectando la capacidad de crecimiento de la economía.

Agenda 2026

La Universidad del Pacífico, su casa académica, presentará una Agenda 2026. ¿Podría comentarme los temas económicos?

Le puedo adelantar algunos puntos. Uno es el tema de pensiones. Se ha hecho una simulación sobre la nueva ley de AFP aprobada el año pasado. Hoy no representa un costo fiscal elevado, pero los modelos muestran que en el futuro generará un costo muy fuerte, porque los recursos no van a alcanzar. Entonces, estamos trabajando medidas para tratar de controlar ese riesgo.

En mi caso, yo me concentro en el ámbito fiscal, la recaudación y el gasto público. Mercedes Aráoz aborda el tema de la diversificación de mercados, justamente lo que comentábamos: ella plantea que, más allá de China, debemos seguir avanzando en abrir mercados, aprovechar los TLC existentes y concretar nuevos acuerdos.

También se incluye el tema del agua, que es cada vez más crítico. Se analiza cómo debería manejarse un recurso escaso frente a la competencia entre actividades: minería, agricultura, consumo humano e industria.

Otro bloque importante es salud y educación. Javier Luque, que trabaja en el Banco Mundial en Nueva Zelanda, y Rafael Cortés, también experto peruano en salud en el Banco Mundial, han elaborado un paper muy sólido sobre los problemas de ambos sectores y las políticas que deberían implementarse.

La idea es que yo coordine el trabajo, y lo que he dicho es que las conclusiones se sacarán del documento final. Lo importante ahora es plantear las propuestas, priorizarlas, definir por dónde empezar y perfilar incluso cómo presentarlas, sin hacer marketing político, pero sí con ideas de cómo “vender” estas propuestas.

También hay un bloque sobre MIPYMES y productividad, con dos papers específicos sobre cómo mejorar su desempeño en el Perú.

¿Está presente el tema de moda: la inteligencia artificial?

Sí. La inteligencia artificial aplicada al mercado laboral. A partir del trabajo de un profesor de la universidad, se ha analizado cómo estas herramientas impactan en los trabajadores. Por ejemplo, hoy existen sistemas que supervisan en tiempo real: en un supermercado, a un cajero se le mide cuántos productos pasa por minuto; en plataformas como Rappi se controla el tiempo de entrega, las calificaciones de los clientes, e incluso un algoritmo puede sancionarlos si no cumplen con las cuotas, llegando a suspenderlos varios días sin asignarles pedidos. En algunos países, como Chile o incluso en empresas como Amazon, ya se ha regulado este tema, porque se identificaron problemas de ansiedad, depresión y burnout entre los trabajadores.

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La gran pregunta es: ¿quién supervisa esto en el Perú? Cuando alguien firma un contrato de trabajo o se afilia a una plataforma, nadie le explica cómo funcionan estos algoritmos, que son complejos. Entonces, ¿cómo logramos que la inteligencia artificial se use para mejorar la productividad, pero sin generar un desequilibrio entre empleadores y trabajadores? Ese es un tema muy interesante que también estamos incluyendo en este conjunto de propuestas.

¿Quién debería supervisar estos algoritmos?

La propuesta no va por ese lado, sino más bien en que se garantice que a quienes van a estar sujetos a esta supervisión se les explique claramente cómo se les va a evaluar y cuál será la metodología utilizada. Se trata de que sepan desde el inicio a qué se están enfrentando, porque, de lo contrario, el problema es grande. Como Estado, debemos establecer los lineamientos bajo los cuales se puede trabajar.

Esto ilustra el reto que plantea la inteligencia artificial: es una herramienta muy útil, que puede elevar la productividad, pero que también puede generar costos sociales importantes. La idea es anticipar esos riesgos y ponerlos sobre la mesa antes de que se materialicen.

Ese es solo un tema dentro del conjunto de propuestas. Otro, por ejemplo, es la seguridad ciudadana, a cargo de José Luis Pérez Guadalupe. También hay una propuesta más política, elaborada por un profesor de ciencia política o de derecho, que plantea eliminar la segunda vuelta electoral. El argumento es que el esquema actual resta legitimidad: candidatos con apenas 5 % o 6 % de los votos en primera vuelta logran pasar al balotaje, y luego el ganador es percibido como un presidente “que no representa a nadie”. Además, al no formarse coaliciones, el Congreso termina totalmente fragmentado.

La propuesta alternativa es un sistema de votación en el que cada elector pueda marcar a varios candidatos que considere adecuados, sin orden de prioridad. Gana aquel que acumule más apoyos en conjunto. Con ello se busca que los votantes no respalden a los extremos, sino a las opciones más sensatas, y que el ganador tenga mayor representatividad desde la primera vuelta. A la vez, obligaría a los partidos a generar alianzas y consensos desde el inicio, reduciendo la polarización y la proliferación de organizaciones pequeñas que hoy traban la gobernabilidad.

¿Qué sería lo más importante en el tema económico?

En el campo económico, las propuestas más relevantes giran en torno al agua, la educación y la salud como políticas clave para desarrollar capital humano, así como el tema fiscal. El ámbito monetario no se toca porque está bajo la conducción del BCR, con Julio Velarde, que ha hecho un buen trabajo. Pero sí se plantea cómo caminar en un entorno internacional incierto y cómo lograr una mejor inserción del Perú en el mundo, de manera más diversificada, para evitar una década perdida o varios años más de bajo crecimiento.

Justo ayer, con mis alumnos, revisábamos la tasa de crecimiento del PBI en este siglo. Y se ve claramente que, a partir de 2022, el crecimiento ya no es tan fuerte y más bien se perfila como mediocre, lo que implica que la pobreza no va a reducirse, los ingresos no van a aumentar y la informalidad seguirá alta. Ese es un problema serio si no se implementan nuevas políticas.

El documento final se presentará el 25 de septiembre, que es la fecha límite. Los textos ya están casi listos; la próxima semana estarán terminados.

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