¿Por qué perdió Perú contra El Salvador? (INFORME)

El partido de Perú vs. El Salvador trajo consigo muchas críticas y dudas con respecto al futuro de la selección y, sobre todo, de la participación en la Copa América.

El rendimiento del equipo de Gareca es muy escaso en estos meses. Desde su histórica participación en el Mundial de Rusia 2018, Perú solo ha sido capaz de ganar dos de los ocho partidos amistosos que ha disputado, ya que el resto no ha sido satisfactorio debido a que se empató y se perdió en cinco ocasiones.

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La Blanquirroja venció a Chile (3-0) y Paraguay (1-0), empató con Estados Unidos (1-1) y perdió frente a Alemania (2-1), Holanda (2-1), Ecuador (0-2), Costa Rica (2-3) y El Salvador (0-2).

Esta irregularidad de la selección sorprende porque podemos ver un bajo rendimiento de los jugadores y ello se ve reflejado en los resultados. Hay que destacar que la bicolor intenta dominar el partido, ser intenso en la presión, pero eso no es constante dentro de los 90 minutos y en los amistosos que disputa.

Es difícil mantener una presión en todo el partido, por eso es que hay toda una estrategia previa del encuentro y eso es lo que debe encontrar -o volver retomar- el profesor Gareca con sus jugadores.

En el Mundial de Rusia 2018, la selección peruana contagiaba otra mística, probablemente sea porque jugaban un mundial, pero era un sentimiento, una intensidad, como se dice en el fútbol, se la creían y no se sentían inferiores o muchos menos se sobraban contra el rival que tenían al frente, todo esto generaba el equipo peruano.

Ahora que el mundial se acabó, los seleccionados deben estar con la mentalidad, la fortaleza y el entusiasmo de disputar, en primer lugar, la Copa América y lograr un buen papel porque después de ese torneo viene lo complicado: las Eliminatorias al Mundial de Qatar. Y eso lleva consigo el sueño de clasificar de manera consecutiva a otro mundial.

Para el partido de Perú contra El Salvador se siguen observando estos 5 aspectos que en particular la selección tiene que mejorar y/o buscar soluciones.

En búsqueda del ¨Nuevo Guerrero¨

Una búsqueda que no tiene fin y solución. Todavía queda la esperanza y la apuesta por Raúl Ruidíaz, quien es, por ahora, el único que puede reemplazar a Paolo Guerrero para la próxima eliminatoria y mundial.

Gareca sigue jugando con Jefferson Farfán como principal reemplazante de Guerrero. Sin embargo, la foquita solo ha anotado un gol en estos últimos ocho partidos de la selección.

Es decir, el peso goleador que se necesita no hay y no se encuentra. Jugadores como Beto Da Silva, Yordy Reyna no aparecen y no dan la talla cada vez que salen a jugar con la camiseta del Perú.

Defensas en bajo rendimiento

Los centrales titulares, Alberto Rodríguez y Christian Ramos, quedaron en el Mundial de Rusia 2018. Después de esto, apenas han jugado o se han encontrado lesionados. Gareca hizo una remodelación con Araujo, Abram, Callens, Santamaría, entre los centrales. También se espera que se consoliden y realicen un buen papel.

Con respecto, a Luis Advíncula y Miguel Trauco su rendimiento esta de forma decreciente. Advíncula no la pasa bien en la Liga Española y Trauco apenas entra en el once titular con el Flamengo. A buscar otras opciones.

Seleccionados que juegan en ligas menores y exóticas

Este aspecto es lo que más le disgustó a Ricardo Gareca post Mundial de Rusia. Este tema empezó con André Carrillo, considerado uno de los mejores jugadores de Perú en el Copa del Mundo, quien prefirió cambiar de aires dejando una liga top como la Premier League por la Liga de Arabia Saudí. Similar fue el caso de Cristian Benavente, quien dejó el Charleroi de Bélgica para enrolarse y optar por el Pyramids de Egipto.

Los demás jugadores de la selección al menos pertenecen a ligas conocidas y que participan en competencias europeas como sudamericanas. Ejemplos, como Farfán, Yotún, Flores, Cueva, Advíncula, entre los más destacados. Se espera que más jugadores emigren y jueguen en equipos que estén situados en ligas importantes.

No hay un plan B en el esquema de Ricardo Gareca

El esquema de Gareca en Perú es fijo con su 4-2-3-1 resulta inamovible, sin otras alternativas que puedan sacar mayor partido al plantel en determinadas situaciones del partido. Esto se vio reflejado en el partido contra El Salvador donde realizó dos cambios: el ingreso de Andy Polo y de Beto Da Silva.

Uno esperaba que el esquema cambiara a un 4-4-2. Para ser más claro, que Beto Da Silva juegue o acompañe a Yordy Reyna pero no fue así. Al joven delantero lo mandó de extremo, por la banda, y esto generó un desorden posicional, ya que en el ataque teníamos como a 5 jugadores estáticos y que no se movían de sus puestos inclusive dejaron sólo y como único mediocampista central a Renato Tapia.

Gareca necesita un plan B para cuando Perú dispute partidos con rivales que juegan de manera pasiva, a la espera, a la búsqueda del error y la desesperación del rival y que les gusta jugar de contra golpe. No es la primera vez que pasa algo así.

Equipo pasivo, sin intensidad y confiado

Este aspecto fue lo que más se reflejó ayer en el encuentro.

Perú pudo imponerse a dos de los tres rivales sudamericanos con los que jugó, habituales contendientes en las eliminatorias de clasificación para el Mundial, pero a cambio perdió con Costa Rica y El Salvador, dos selecciones centroamericanas frente a las que la Blanquirroja era a priori favorita.

La selección no puede jugar de manera relajada, sin intensidad, confiado, entre otros aspectos. Por ello, que subestimar a estos rivales puede haber pasado factura al equipo de Gareca, que todavía tendrá dos partidos para corregir errores antes de la Copa América. Uno de ellos contra Colombia.

POR CHRISTIAN TORRES

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