Final de Libertadores en Estadio Monumental no sería la única sorpresa: visita clave de Conmebol a Lima
Ojos de Sudamérica puestos en Perú.
Lima recibió este lunes una visita de lujo. Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, aterrizó en la capital peruana para inspeccionar el Estadio Monumental y preparar el terreno para algo más que una simple final de la Copa Libertadores 2025.
El mandamás del fútbol sudamericano no llegó solo ni improvisado. Desde temprano, junto a Jean Ferrari, administrador de Universitario, y Agustín Lozano, presidente de la FPF, recorrió cada rincón del coloso de Ate.
Domínguez se mostró conforme. Observó la calidad del gramado, las remodelaciones en zonas VIP, la ampliación de accesos y los protocolos de seguridad, pensando en un evento de primer nivel para todo el continente.
Se pudo conocer que Ferrari, hombre fuerte de Universitario, fue clave para seducir a la Conmebol. Expuso las nuevas inversiones en el Monumental y presentó un plan de contingencia ante cualquier eventualidad, pensando en la envergadura de la final.
Pero no todo se definía en el estadio. Al mediodía, Domínguez y su equipo tienen programado una cita decisiva en Palacio de Gobierno: obtener las garantías oficiales que permitan confirmar a Lima como sede.
Allí, en reunión con representantes del Gobierno y técnicos del Instituto Peruano del Deporte (IPD), se discutirán temas de seguridad, infraestructura vial, atención médica y hasta beneficios tributarios para delegaciones extranjeras.
El buen recuerdo de la final 2019 entre Flamengo y River Plate, que colmó las tribunas del Monumental en una fiesta inolvidable, juega ahora como un as bajo la manga para convencer a todos los involucrados.
¿Doble final de copa en Lima? Estadio Nacional entra a escena
Mientras la atención se centraba en la Libertadores, otra jugada maestra se cocinaba en paralelo: Perú también pelearía por ser sede de la final de la Copa Sudamericana 2025.
Originalmente, el duelo decisivo de la Sudamericana tenía todo para desarrollarse en Santa Cruz, Bolivia. Sin embargo, dificultades logísticas y de infraestructura abrieron una ventana inesperada para Lima.
El golpe de efecto sería enorme: dos trofeos continentales levantados en suelo peruano, en medio de una ola de turismo deportivo y exposición internacional pocas veces vista.
De concretarse, Lima sería la primera ciudad en la historia en albergar ambas finales sudamericanas en una misma edición, un hito que quedaría para los libros dorados del fútbol.