ÚLTIMA HORA
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Sixto Sarmiento

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Estas fiestas de carnavales en Ayacucho, a pesar de las heridas y el dolor del pueblo, a pesar de haber disfrutado cantando, bailando y tocando para llevar y recibir un poco de alegría junto al pueblo ayacuchano, la tristeza invadió todos mis sentimientos desde que pisé suelo huamanguino. No encontré a varios de mis amigos.

Este libro, desde los primeros versos, se abre paso entre el viento que abraza un pasado mágico y un presente aún enigmático; se abre paso para hacernos recordar, quizá para enrostrarnos, que en estos parajes la grandeza se construyó de cara a la eternidad.

Hoy, 11 de febrero,  celebramos el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. Hace algunos años, la Asamblea General de las Naciones Unidas tuvo a bien institucionalizar este homenaje. Por eso, declaró unánimemente el reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y tecnológica.

Los carnavales llegaron al Perú con los españoles, sin embargo cada pueblo impuso su propio sello lo que explica su diversidad y originalidad. Esto los hace especiales y por eso se han convertido en una de las manifestaciones culturales más importantes no solo en el país, sino en la región y en el mundo.

En estos días, difíciles para la patria, duele saber que muchos disfrutan al ver que la patria se despedaza. Sin embargo, no todo está perdido y esta columna va dedicada a quienes aplaudo de pie porque se atreven a cruzar la quietud y la inoperancia.

Hace 102 años nació el Amauta José María Arguedas en Andahuaylas. Celebrar el aniversario de su nacimiento es motivo de alegría a pesar de la dolorosa situación política y social de nuestro país.

Nuestro país sufre horas muy tristes. Cuervos y aves malagüeras nos están invadiendo, han llegado en bandadas y tomado por asalto los techos de las casas de toda la ciudad y se están tragando los corazones de las gentes.

La mañana del 1 de enero en muchas plazas de municipalidades amanecieron muy diligentes cuadrillas de “voluntarios” borrando el logotipo que representa al distrito y/o provincia, para cambiarlo por uno “nuevo”.

El 27 de diciembre partió a la eternidad el maestro Enrique Bustamante. Su legado artístico genera una vuelta a la vida, el retorno a los años de niñez, es volvernos a los años de inocencia sin cuestionamientos. Su arte es un reencuentro permanente con nuestros años donde cada experiencia está llena de vivencias, de fantasía e imaginación, pero sobre todo de colores llenos de vida.

En mis años de niñez, para las fiestas de Navidad, en mi pueblito Lucanas, al sur de Ayacucho, no esperábamos regalos, nos eran ajenos panetones, pavos horneados, etc., tampoco teníamos la menor idea de quién era Papá Noel: la noción de todo eso recién llegó cuando emigramos a la ciudad y en mi caso a mi llegada a Lima.

Para los argentinos el deporte nacional es el fútbol, menos para Jorge Luis Borges. Él fue un declarado enemigo del fútbol. Por esas cosas del destino falleció un día antes de que, con la ayuda de “La mano de Dios”, Argentina derrotara a Inglaterra. “El deporte es popular porque la estupidez es popular” afirmó con total convicción mostrando su desprecio por el deporte rey.

“Soy tu celular y vengo a poner el punto sobre la i. No recuerdo cómo me acerqué a ti, perdón, perdón, cómo te acercaste a mí. Lo cierto es que eso ya no interesa a estas alturas de la vida”. Nunca antes, en civilización alguna, las personas estuvieron ciegamente prendidas de un aparato. Ahora, casi todos dependemos de un celular.

En nuestros Andes, en las últimas semanas de noviembre, esperamos la bendecida lluvia; los primeros días de diciembre, el sembrío debería estar sonriendo a la nueva vida. Los días decembrinos se engalanan vistiendo un tenue verde que día tras día crece en intensidad; la tierra mojada embellece los primeros sembríos.

Omar Lara fue un vallejiano en cuerpo y alma. Fuera de los linderos del Perú, mostrando su respeto y admiración por nuestro vate, fundó el Grupo Trilce, de poesía, y la revista de literatura Trilce. Cuando conocí su poesía, sus versos se mezclaron de inmediato con las hebras más sensibles de mi corazón.

¿Cómo explicar que el mundo pueda detenerse en un instante? ¿Cómo hacer para abrir los ojos y levantar la mirada si en ese preciso instante el horizonte se quiebra? ¿Será posible para quienes “habitamos una tierra ardiente llamada poesía” tener cabida en este mundo, este que anda acurrucado en el pétalo de una doliente rosa?

Lunes 2 de noviembre de 1987: una pandilla de bárbaros y asesinos llegaron a Lucanas, no sé de dónde, cargados de dinamita, cuchillos, machetes y bombas, y también trayendo su odio y su barbarie.

Recibí el bello poemario de Jorge Espinoza Sánchez, editado en México, cuyos versos nos trasladan a épocas donde lo mágico y clásico parecieran estar tan cercanos y nos fueran familiares; también hilvana nuevas historias sobre la historia con su particular estilo, el cual la embellece más y hace que nos provoque hurgar sobre lo acontecido en otras civilizaciones, haciéndonos partícipes de un pa

Al amanecer, mientras que en los prados que circundaban el pueblo reinaba el silencio y las flores seguían incubando su aroma en complicidad con la tenue lluvia, las lenguas de fuego imponían terror destruyendo y arrasando todo a su paso, dejando en escombros a todo el pueblo; sus pobladores eran acribillados con insanía con el otro fuego que brotaba de las armas de los soldados enviados por el

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