En el bar de la esquina un grupo de sesenteros canta a toda voz “Déjenme vivir mi vida / yo no soy malo con nadie / Si soy un borracho / si soy un perdido /si soy mujeriego / si soy un bandido / lo hago en mi mundo / yo soy vagabundo”. Sus voces se opacan lentamente. De pronto el lamento, la pena y las lágrimas invaden la escena.
Sixto Sarmiento
¡Misky Misky! ¡Calientito, recién saliditos del horno! Así son las emociones que se expresan cada vez que tenemos entre nuestras manos las ricas y deliciosas Tanta wawas. Se preparan en base a harina de trigo, leche, ajonjolí, pasas de uva, caramelos multicoles y otros ingredientes que se guardan bajo siete llaves; deben hornearse a leña, esto las hacen aún más especiales.
Es difícil develar la intimidad, exponerla y someterla a juicio de los demás; más aún cuando se es joven. Sabemos que cada misterio siempre viene unido a indescifrables situaciones muy particulares y muy personales, pero una vez expuesto a la luz esta lo recorre lenta, indetenible haciendo su propio camino.
En el Ayuntamiento de Salamanca, Ciudad de Cultura y Saberes, se desarrolló exitosamente, entre los días 15 al 18 de octubre, el XXVI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, evento donde la palabra fue coronada como la dueña de todo lo imaginado e imaginable y donde confluyeron poetas provenientes de ambas vertientes del idioma.
Es un hecho único e irrepetible lo sucedido el 12 de octubre de 1492. Un fenómeno en la historia de la humanidad que deja como herencia universal el sincretismo de las culturas indígenas y la cultura del viejo mundo, de occidente.
Es un día más como cualquiera. Hoy, aquí cerquita de la ciudad, para ser precisos en las afueras de la ciudad, tampoco tendremos agua, todo sigue igual, perdón, perdón, todo está peor que antes porque para nosotros no hay provisión de agua ningún día de la semana.
Quién sabe por qué estos días de primavera se arropan con las más crudas sensaciones propias de días de invierno; quién sabe por qué motivos las flores se atrincheran en solitarios jardines; quién sabe por qué en estos días el sol se resiste a brillar.
Quién sabe por qué estos días de primavera se arropan con las más crudas sensaciones propias de días de invierno; quién sabe por qué motivos las flores se atrincheran en solitarios jardines; quién sabe por qué en estos días el sol se resiste a brillar.
El vínculo entre el desarrollo de un país y la educación técnico–profesional es una de las fortalezas en países donde la han incorporada al sistema educativo. Son numerosas las experiencias internacionales que así lo demuestran. Sin embargo, el panorama en el ámbito nacional es desolador: abandono total de la educación técnica.
Son muchas las formas para revalorar nuestra historia: una de ellas es perennizarla en el mismo lugar de los acontecimientos.
En estos días nuestra ciudad, Lima, se engalanó con la fiesta de la palabra. Finalizó el X Festival Internacional Primavera Poética: su magia hizo posible reunir a poetas de 10 países, permitiendo, además, estrechar abrazos de hermandad con poetas de distintas regiones de nuestro país y con todos quienes nos acompañaron en los distintos escenarios.
Hoy amaneció lloviendo. ¡Qué lluviecita!, con aroma a despedida, pareciera caer desordenada, pero conserva su pegajoso ritmo, con música incluida, y es portadora de buenas nuevas anunciando que pronto, prontito, el cielo se despejará y cederá espacio a la otra lluvia, a esa lluvia que, si bien es para todos, muchos no la disfrutan.
Ensartar letras es con seguridad una delicada actividad que requiere una licenciatura que toma toda una vida; o quizás un oficio que requiere dedicación exclusiva con una jornada laboral de veinticuatro horas al día, durante siete días a la semana.
La niñez es una etapa especial, inolvidable, y seguramente quisiéramos que no fuera pasajera.Entre tantas experiencias, una especial es que jugábamos lanzando piedras al río, lo hacíamos con la inocencia propia de la edad de los descubrimientos, y también propia de quienes ignoran por completo que al lanzar piedras al río los pequeños detalles y la voluntad de quien las arroja siempre se conser
Útec pampita de maizales a ti escribo estos mis versos de aquellos recuerdos de mi infancia, de mis días de jolgorio en tu placita, en tus empinados caminitos; por ti sonrío en las mañanas como en mis años de niño cuando en tardes lluviosas jugaba a las escondidas detrás de las retamas.
Apenas abres el libro y los versos irradian una luz especial como quien emparentara al sol y la luna en plena pampa o sobre las aguas del lago Titicaca; también sientes y disfrutas del aroma especial que brota desde un sahumerio fugado de una de las iglesias del altiplano; y si pasas a la siguiente página sientes la delicadeza con las que las sagradas hojas de coca te dan la bienvenida.
En todos los pueblos del interior del país se celebran fiestas tradicionales y patronales. Cada pueblo del Ande las celebra con una particularidad muy original. En mi llaccta Lucanas, las fiestas siempre tienen su lado especial. Cada uno de los detalles de la fiesta está cuidadosamente previsto por los oferentes porque al pueblo siempre se le brinda lo mejor.
En un parque de la ciudad de Lima, crecía un frondoso eucalipto. Un día de verano, serpenteando los cielos, llegó una bandada de aves raras. Estas hallaron posada en la parte más alta del eucalipto; construyeron sus nidos y todos los días trinaban a los cuatro vientos y a todo volumen como quien celebra la vida.