A nivel continental, quizá junto con las fiscalías de Cuba, Venezuela y Nicaragua la peruana sea tanto o más eficientemente pérfida que sus pares que operan en esos regímenes totalitarios, manipulados por gobiernos comunistas.
Luis García Miró Elguera
Otra prueba de que el país ha sido devastado por los caviares, es que mantienen secuestrado el Estado desde el retorno de la izquierda al poder con Toledo, Humala seguido de “yo soy socialista” Kuczynski, el vil Vizcarra, el inútil Merino, el repulsivo Sagasti y el comunista Castillo.
No hay espacio en nuestro Estado que no esté podrido. Cortesía –¡cuándo no!– de la izquierda. ¡Fundamentalmente, de la izquierda caviar, por su obsesión en copar todos los espacios disponibles y acaparar todos los números premiados! Los rojos intentan convertir las próximas elecciones generales en tribunas mayoritarias suyas.
Durante el último cuarto de siglo pasado derrotamos militarmente al terrorismo. Sin embargo, necesitamos reconocer que durante esta última década hemos deshecho prácticamente todo lo bueno que conseguimos en aquella epopeya contra la lacra de sendero luminoso y el mrta.
Durante un cuarto de siglo, nuestros militares pelearon contra un Estado confundido, chantajeado por la ideologizada comisión de la verdad y el demencial museo de la memoria.
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) es el más burdo instrumento de chantaje judicial que pueda existir. Es el mecanismo más sutil y perfeccionado para mantener bajo coacción a los jueces, so pretexto de evaluarlos. ¡Inclusive, juzgarlos y condenarlos! En otras palabras, es un instrumento coercitivo inventado para coartar al poder Judicial, bajo el vil argumento de evaluar a sus magistrados.
En pleno Tercer Milenio, la coyuntura latinoamericana sigue la deriva al izquierdismo más vulgar, violento y pervertido. Los actores principales de nuestra región siguen siendo Lula da Silva y Maduro. Aunque, como siempre, prima la mano del servicio de inteligencia cubano. Las libertades, entre las cuales destaca la de información, se encuentran en riesgo.
Conociéndole, su muerte no fue un suicidio sino una inmolación por el Perú; país al que quiso y le quiso con pasión. ¡Pero también con rencor! Fue indiscutiblemente una persona superior que despertaba querencias y odios. Tal como ocurrió en sus dos gobiernos.
Un agonizante problema nacional es que la clase política no considere que la infame educación –que asimismo se imparte de manera vergonzante en todas las escuelas públicas del país– constituya el problema vertebral de nuestra ignorante sociedad.
Unos delincuentes seriales, tontamente llamados “Niños de Acción Popular”, siguen haciendo noticia. ¡Malas noticias, por supuesto! Porque los árboles podridos jamás tendrán arreglo. Han pasado dos años y diez meses desde que estos ladrones de cuello y corbata, auténticos gánsteres de la infecta política nacional, fueran electos congresistas por esta sociedad que continúa votando con los pies.
Desde múltiples puntos de vista, hoy el Estado es inexistente en el Perú. Hace más de dos décadas que los peruanos permanecemos absolutamente desamparados porque no funcionan las entidades subordinadas a lo que, alguna vez, fuera nuestro Estado. Peor aún.
Acostumbrados como actúan poniendo siempre a la carreta delante de los caballos, los legisladores –si todavía cabe llamarles así– de este glorioso Parlamento peruano aprobaron una nueva repartija de fondos previsionales para que en, esta ocasión, los trabajadores gasten veintitantos mil soles en cualquier nadería.
Perú es el país de los absurdos. Acá mandan quienes pisotean las leyes, secuestran las instituciones del Estado con absoluta impunidad –incluso el aplauso de la prensa venal– y tienen chantajeadas a las principales autoridades de la nación.
Las izquierdas andina y criolla permanecen empantanadas en el lodazal de sus complejos, azuzadas por el odio de clase y, sobre todo, la innata violencia que le es característica. De allí la crueldad de sendero luminoso, su aún portaestandarte en cuanta oportunidad tiene para manifestarse.
Seríamos una nación de descastados si permitimos que continúe encaramado al Jurado Nacional de Elecciones quien manipuló, impunemente, los comicios de abril 2021 que tramposamente le facilitaron el triunfo al comunismo, encarnado por una plancha presidencial incompleta, antirreglamentaria e ilegítima, donde no hubo primer vicepresidente y, asimismo, fue inscrita en forma dudosa, puesto que quie
El impresentable (todavía) presidente del Jurado Nacional de Elecciones JNJ, José Luis Salas Arenas, es personalmente el responsable de inscribir a un trastornado como Antauro Humala, postulante a la presidencia, cuando la democracia peruana vuelve a ser pasto de las llamas extremistas, retroalimentadas por gente como este sujeto, Salas Arenas, enemigo público número uno del Estado de derecho,
Manifiestamente queda comprobado que los cuestionados integrantes de la Junta Nacional de Justicia JNJ (Henry José Ávila Herrera, Aldo Vásquez Ríos, Luz Inés Tello, María Zavala Valladares, Imelda Julia Tumialán, Marco Tulío Falconí y Antonio Humberto de la Haza), son cómplices de la mafia caviar que delictivamente maneja la Fiscalía de la Nación, como ente ajeno al Estado peruano sujeto a dire
A lo que hemos asistido estos últimos veinte años de corrupción y frenesí de escandalosos enriquecimientos, con lujo y desenfreno de toda índole, es al criminal enriquecimiento de muchos izquierdistas, que se presentaron falazmente como opción política “para salvar a los menesterosos del abuso de los ricos”. Falso.