ÚLTIMA HORA
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Hugo Guerra

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La nación está indignada. Las revelaciones de la colaboradora eficaz Karelim López confirman todo lo que ya se sabía: el Perú está gobernado por el presunto delincuente Pedro Castillo, quien no debe seguir un minuto más en la presidencia de la República.

La irresponsable “tregua” entre algunos líderes de la oposición y el Gobierno no duró ni veinticuatro horas. Castillo pidió cambiar la fecha de presentación del Gabinete del 8 de marzo al 28 de febrero, y Cerrón movilizó a las turbas extremistas exigiendo el cierre del Congreso.

Hay momentos culminantes en la historia de la naciones en los cuales resultan inevitables las decisiones drásticas. Hoy estamos en la obligación constitucional de rescatar a la patria de una dictadura corrupta aliada con el narcotráfico, la corrupción sistemática y la conspiración internacional del socialismo del siglo XXI.

El verdadero problema de la crisis política es la absoluta incapacidad de Pedro Castillo para gobernar. Por tanto la cirugía más limpia es separarlo constitucionalmente del mando lo antes posible.

La intervención no es, sin embargo, tan sencilla, porque primero se tienen que deconstruir los diferentes niveles de poder en torno al profesor cajamarquino.

En enero de 1881 las hordas chilenas ocuparon Lima. Muchos de nuestros ancestros lucharon como titanes contra el enemigo, pero la cobardía de Piérola, la desorganización de la tropa y la falta de liderazgo determinó la desgracia.

En las entrevistas periodísticas lo valioso son las respuestas de los personajes abordados. Pues bien, en la conversación con dos editores peruanos, Pedro Castillo solito se ha desenmascarado y, como en el viejo cuento de Hans Christian Andersen, se ha puesto en el papel del Rey Desnudo.

Cerrón, Vásquez y Mendoza han sido precisos al advertir que si la nueva ley refuerza el mandato constitucional (Art. 206) respecto a que no puede haber una Constituyente sin autorización previa del Congreso, entonces se “apertura” (sic) la vía violenta.

En el siglo XVIII Ernst Wilhelm escribió una novela espeluznante: Los elíxires del diablo. En esos menjunjes demoníacos se contienen las cosas más terribles y espantosas que puede imaginar el espíritu humano. En el año 2022, Pedro Castillo está cocinando los elíxires del comunismo que nos envilecen como nación.

Este año la lucha política tiene como objetivo derrotar al gobierno comunista y corrupto para restaurar constitucionalmente la democracia basada en elecciones limpias, libertad de las personas y libre mercado.

La patria está sumida en lo más profundo del fango político, pero mantengo el optimismo: el 2022 los patriotas y quienes creemos en la libertad y la democracia venceremos al comunismo.

Si la Cosa Nostra es la mafia siciliana, la Chota Nostra es la cajamarquina y su padrino es Pedro Castillo Terrones.

El problema con Evo Morales y su proyecto del Runasur no está cerrado. La cuestión de la llamada “nación aymara” es una herida abierta que amenaza con infectar a todo el sur peruano.

Confirmado, el nuevo embajador cubano en Lima, Carlos Rafael “el Gallo” Zamora Rodríguez, y su mujer Maura Juampere no son diplomáticos, sino coroneles de la Dirección de Inteligencia - G2. Urge expulsarlos y hostilizar sus actividades.

Frente a un gobierno que empieza a comportarse como una dictadura sin escrúpulos, la lucha opositora tiene que pasar a niveles más duros de lucha.

La farsantería izquierdista intenta manipular la realidad presentando la iniciativa constitucional de pedido de vacancia presidencial como imaginario golpe de Estado. Para ello está desarrollando una “narrativa” mafiosa que no debemos tolerar.

Mientras en Lima estamos sumidos en las incidencias de una nueva crisis ministerial, en el interior la sedición avanza a paso ligero. La región sur y el Cusco, en particular, están siendo cada vez más infiltradas por los operadores bolivianos comunistas y todo apunta a que el 20 de diciembre habrá un gran incidente que puede remover la estabilidad institucional de nuestra República.

Evo Morales -dictador de Bolivia por encima del gobierno títere de Arce- es enemigo público del Perú. Conspira a favor de la sedición comunista y tiene acuerdos secretos con Pedro Castillo y el neosenderismo. Su propósito: desmembrar a nuestra patria y crear el Runa Sur.

Dejémonos de circunloquios: o se produce la vacancia presidencial o el Perú termina de irse al desastre.

La muerte de un parlamentario de izquierda motivó que se postergara la decisión sobre la investidura del Gabinete de Mirtha Vásquez; junto con ello se ha paralizado a un país que, pese al drama económico, se da el lujo de tener un feriado improductivo de cuatro días.

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