Presidente pierde respaldo popular y arrastra con él a sus ministros. Desaprobación crece en regiones consideradas bastión del mandatario. Se evidencia rechazo a diálogos con líderes políticos que lo salvaron de la moción de vacancia.
“La Independencia no fue un hecho aristocrático. Eran los criollos un pueblo de letrados. Una élite del comercio local y de mercaderes puesta al margen de los altos cargos honoríficos, aunque comprasen títulos”.
"Despierta el entusiasmo de los criollos quienes se suman a la causa independentista en Trujillo, Lambayeque Piura, Chachapoyas, Pasco, y otros cabildos".