Unos 18,500 nativos sin atención médica básica

Por: Leónidas Canchanya.

Pese a la enorme riqueza petrolera que se encuentra en su subsuelo y que es explotado desde hace 40 años, los 18,500 miembros de 98 comunidades nativas que se ubican en el distrito de Urarinas, en Loreto, se hayan en completo abandono y no cuentan con una posta médica real para atender a sus enfermos.

Darwin Irarica Silvano, presidente de la comunidad nativa Itnea KoKama Kokameria (Aconakku), explicó a EXPRESO que el canon petrolero que recibe el Gobierno Regional de Loreto solo favorece a Nauta, ignorando a las 98 comunidades nativas que hoy claman por ayuda.

También señaló que la empresa Pluspetrol, pese a que explota desde 40 años su riqueza petrolera, muy cerca de la reserva natural de Pacaya Samiria, nunca ha llevado a esas comunidades ayuda humanitaria ni han velado por su bienestar.

SIN AGUA NI LUZ
“Vivimos olvidados y nunca encontramos respuesta a nuestros reclamos. No tenemos agua potable ni desagüe; nos falta electricidad y solo contamos con una posta médica, sin medicamentos básicos, sin personal médico”, sostuvo.

Irarica Silvano se refiere a la posta médica de Concordia, capital de Urarinas, a la que le falta faltan médico, laboratorista, técnico de enfermera y obstetra.

“Pedimos al presidente Martin Vizcarra y la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, que nos ayuden con nuestro pedido de personal de salud que falta en esta posta médica, así como un deslizador de un motor de 100 caballos de fuerza, con su motorista, para movilizar de emergencia desde sus caseríos a madres parturientas y enfermos a la posta médica de Concordia”.

Explicó que la Dirección de Salud de Loreto solo les ha asignado una canoa de madera, con un motor fuera borda y dos canoas a remo de madera.

“A pesar que de nuestro subsuelo explotan petróleo hace 40 años, no recibimos nada. Este es la miseria que padecen 18,500 habitantes nativos de Itnea Kokoma Kokameria”, lamentó.

SOLO UNA OBSTETRA
Según el denunciante, esta posta solo cuenta con una profesional de salud, una obstetra, que debe repartir su día entre la atención de embarazos adolescentes y de los enfermos que requieren un médico.
Así, por ejemplo, cita el caso de un adolescente que ha contraído infección de piel por la picazón de un zancudo, y hace seis meses sufre y su tratamiento se ha limitado, a falta de medicamentos básicos, a hierbas y medicina tradicional.

El resultado de este tratamiento es que la herida se habría tornado en cancerosa. Su madre, Laura Tapullima Hidalgo, pidió a la ministra de Salud que su hijo sea trasladado a Lima o a Iquitos para brindarle la atención necesaria para su recuperación.

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