Soldado peruano cuenta cómo luchó en Ucrania y cuánto le pagaban: “No siempre cumplían con el sueldo”

Michael Vásquez Reátegui no esperó reconocimiento ni condecoraciones cuando decidió alistarse en la Legión Internacional de Ucrania.

Tampoco imaginó que las promesas económicas ofrecidas a los combatientes extranjeros serían tan inestables como el frente de guerra que enfrentó.

A sus 44 años, este exmilitar peruano —nacido en Pucallpa y formado en el Ejército del Perú— trazó un recorrido singular que lo llevó de Lima hasta las trincheras del este europeo.

El veterano, que antes sirvió como agente de seguridad en Irak y Afganistán, reveló en una entrevista que viajó tres veces a Ucrania desde 2022. Asimismo, asegura que lo hizo por iniciativa propia, impulsado por una convicción personal. “Sentí que podía hacer algo, sentí que podía ser parte de la historia”, confesó.

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Vásquez se unió a distintas unidades del ejército ucraniano tras gestionar su incorporación desde la embajada en Lima. Viajó vía Madrid, luego a Varsovia, y finalmente cruzó a Ucrania por tren.

Ya en territorio de guerra, combatió en zonas de alto riesgo como parte de la Legión Internacional, una fuerza integrada por voluntarios de diversas nacionalidades.

Aunque el salario promedio ofrecido a los soldados extranjeros rondaba los 3000 dólares mensuales, el peruano fue claro en señalar que ese monto no siempre se entregaba.

“He estado en tres ocasiones en Ucrania, en diferentes batallones, y no siempre se ha cumplido con la retribución económica”, declaró.

Según explicó, los pagos dependían de múltiples factores, como la unidad asignada y las condiciones logísticas del momento. “No siempre es seguro”, insistió.

Esa falta de garantías económicas, sumada al desgaste físico y emocional, marcaron su experiencia. Pero lejos de adoptar una postura derrotista, Vásquez transformó ese capítulo en una etapa más de su vida. Hoy, ya en Perú, encontró una nueva trinchera: la música.

Actualmente comparte escenario con su hija Sharon Vásquez, vocalista de ‘Parranda Mix Orquesta’. También trabajó como conductor del Corredor Amarillo y como cocinero.

“La familia es mi soporte emocional”, afirma. Su presente se construye lejos de los disparos y cerca del calor del hogar.

La historia de Michael Vásquez condensa los dilemas de quienes, aun sin ser parte directa de un conflicto, se suman por decisión propia. Y su testimonio revela una realidad poco explorada: en la guerra, incluso los ideales más firmes deben convivir con la incertidumbre del pago prometido.

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