SJL: choferes de la Línea 23 paralizan tránsito para exigir justicia ante ola de extorsiones | Consignan que “Gobierno encumbre a criminales”

La protesta de los choferes y cobradores de la empresa de transporte Línea 23 Santa Catalina, que paralizó parcialmente el tránsito en el óvalo de Zárate la mañana de este miércoles, es solo un capítulo más en una serie de manifestaciones que se esperan a raíz de la creciente violencia de los extorsionadores en el sector. Los trabajadores, aún con el eco de los gritos en el aire, dejaron claro que esta lucha no se acaba hoy. "No más muerte, más seguridad" y "El Gobierno encubre a los criminales" fueron algunas de las consignas coreadas por los manifestantes, quienes exigen respuestas inmediatas.

Con el sol brillando sobre las calles de San Juan de Lurigancho, la protesta comenzó a las 10 a.m. y pronto bloqueó varias vías, afectando a miles de pasajeros. Muchos usuarios, ya acostumbrados a las interrupciones del servicio, decidieron caminar a pie en busca de otras unidades, mientras que la situación se complicaba con el cierre temporal de la vía, según reportaron fuentes locales.

Lo sufren también las familias

Pero el grito de los trabajadores no es solo una demanda por justicia en el ámbito laboral. La amenaza de extorsión que enfrentan día a día es una carga también para sus familias. “Nos están matando lentamente, no solo a nosotros, también a nuestras familias que viven con miedo cada día”, dijo un chofer entre lágrimas, reflejando el profundo daño emocional que genera vivir bajo la constante amenaza de los criminales.

En la zona, agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) tomaron medidas de resguardo, mientras los manifestantes anunciaban que su lucha no cesará hasta que las autoridades implementen estrategias más eficaces contra los extorsionadores. Se estima que al menos cuatro bandas criminales operan en el cobro de cupos dentro de la empresa, con una cuota diaria de diez soles por turno por cada chofer. La magnitud de este sistema de extorsión ha dejado claro el nivel de control que los delincuentes ejercen en el transporte público.

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Los trabajadores del transporte no están solos en su denuncia. En las redes sociales, usuarios y otros conductores de diferentes empresas expresaron su apoyo a la protesta. La solidaridad con los choferes de la Línea 23 Santa Catalina es creciente, ya que los ataques de las bandas extorsionadoras han tocado muchas más vidas que solo la de los trabajadores.

Panorama alarmante

Las cifras oficiales muestran la gravedad del problema. Solo en 2025, más de 15 choferes han perdido la vida debido a ataques de bandas extorsionadoras. El panorama es aún más alarmante cuando se observa que en 2024, el 10% de las empresas de transporte fueron víctimas de extorsión, pero en lo que va de 2025, esta cifra ha superado el 60%. La escalada de la violencia se refleja también en las estadísticas del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, que reportó un notable aumento en los casos de extorsión en Lima, con San Juan de Lurigancho siendo una de las zonas más afectadas.

La situación, lejos de mejorar, parece estar empeorando. A medida que se intensifica la violencia, la demanda de los choferes por mayores medidas de seguridad se hace más urgente. En este contexto, es probable que en los próximos días se sigan registrando protestas, que no solo exigen justicia para los trabajadores del transporte, sino también una solución definitiva ante un flagelo que parece no tener fin.