Puno: mata a su tío por disputa de terrenos y lanza su cadáver al río Coata
Detalles del crimen.
Una trágica disputa por terrenos terminó en asesinato en la región Puno. En la comunidad de Chimpa Jarán, provincia de San Román, un sobrino acabó con la vida de su tío y luego tiró su cuerpo al río para ocultar el crimen.
La víctima fue identificada como Elisban Caya, de 58 años. Según las autoridades, el hombre sufrió una muerte violenta: su cadáver presentaba cortes profundos en la cabeza.
El cuerpo de Caya fue hallado por comuneros de la zona, quienes participaron activamente en la búsqueda durante varios días. El hallazgo ocurrió en las aguas del río Coata, en donde fue lanzado tras el crimen.
El principal acusado es Samuel Edwin Apaza Ccalla, de 42 años, sobrino del fallecido. En un inicio, el sujeto negó haber cometido el homicidio, pero terminó confesando ante las autoridades tras ser interrogado.
“El acusado trató de engañar al principio, pero finalmente admitió todo”, indicó el teniente gobernador Luis Flores, quien acompañó el procedimiento policial y confirmó que el caso está en manos del Ministerio Público.
Durante las diligencias previas, los peritos emplearon el reactivo Bluestar Forensic y encontraron restos de sangre en las manos, la vestimenta y el calzado del implicado. Además, se recogieron muestras biológicas de Apaza Ccalla como parte de la investigación.
Una carretilla de metal también fue examinada por su posible participación en el delito. Los análisis confirmaron la presencia de sangre en la tolva, el mango izquierdo y una de las ruedas, lo que respalda la sospecha de un homicidio calificado.
Asesinato en Puno por disputa de terrenos
El móvil del crimen fue una disputa por la propiedad de un terreno agrícola, según detallaron fuentes comunales. Este tipo de conflictos no es raro en zonas altoandinas donde la formalización de tierras es limitada.
La familia de la víctima exige justicia. “Queremos que se aplique todo el peso de la ley”, declararon allegados de Elisban Caya, visiblemente afectados por la crueldad del hecho y la traición dentro del propio núcleo familiar.
Uno de los comuneros presentes durante la búsqueda expresó su pesar: “Estamos muy consternados por la pérdida de nuestro hermano comunero”, dijo, al recordar que Elisban era respetado en la comunidad.
Las autoridades de Puno investigan los detalles del caso y no descartan que existan antecedentes de amenazas entre ambos familiares. El asesino confeso permanece detenido mientras avanza la investigación.
