Policía procedió mal y contaminó cadáver de Darwin Condori, admite jefe de Unidad de Homicidios
Acusado de descuartizar a Sheyla Cóndor fue hallado en hotel de SJL.
El mal proceder de la Policía Nacional del Perú (PNP) en el caso del suboficial Darwin Marx Condori Antezana, acusado del asesinato y descuartizamiento de Sheyla Cóndor, desató críticas e indignación.
Según reconoció Ricardo Espinoza, jefe de la Unidad de Homicidios, el cuerpo del efectivo fue manipulado y sus pertenencias fueron intervenidas sin respetar los protocolos establecidos.
Condori fue hallado muerto en el tercer piso del hostal La Perla, en San Juan de Lurigancho, donde fue encontrado suspendido con una correa en un rack de TV. Sin embargo, en lugar de preservar la escena y esperar a los peritos especializados, los agentes lo trasladaron a la Clínica San Juan Bautista, donde se certificó su fallecimiento. En declaraciones a Radioprogramas, Espinoza admitió que no se respetó el protocolo, subrayando que esta acción contaminó evidencia crucial.
Irregularidades de la Policía en el caso Darwin Condori
El incumplimiento de los procedimientos establecidos podría dificultar esclarecer detalles clave sobre la muerte de Condori. Al manipular el cuerpo y sus pertenencias antes de realizar el debido deslacrado, las autoridades afectaron la posibilidad de determinar con precisión si su deceso fue un suicidio o si existieron otras circunstancias alrededor del hecho.
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Por ejemplo, pruebas como la posición original del cuerpo, rastros de lucha o signos de intervención de terceros, así como posibles huellas en sus objetos personales, podrían haberse perdido. Además, la contaminación de la escena compromete la confianza en las investigaciones, en un caso que ya se apoderó de la indignación pública debido a la presunta indiferencia de las autoridades frente a la desaparición y asesinato de Sheyla Cóndor.
Antecedentes del caso
La ubicación de Condori fue posible gracias a la geolocalización de su equipo telefónico, lo que permitió a las autoridades desplegar un operativo en más de 23 hostales de San Juan de Lurigancho.
Sin embargo, el hallazgo de su cadáver sumó nuevas preguntas sobre su muerte y sobre cómo las fallas iniciales en la investigación afectaron tanto la búsqueda de Sheyla como el manejo de su presunto agresor.
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