Padre halla cadáver de su hijo desaparecido en playa La Ensenada tras días de búsqueda: "Mi corazón me dijo que estaba acá"
Encuentro del menor cerró un capítulo de desesperación que comenzó el 2 de febrero.
El lunes 10 de febrero, alrededor de las 7:45 a.m., la angustiosa búsqueda de más de una semana por encontrar al menor de 14 años que desapareció en la playa La Ensenada, culminó con el hallazgo de su cuerpo.
Según relató Lester Aguilar, miembro de la Federación de Motonáutica, quien estuvo al frente de las labores de rescate, el progenitor del menor, tras llevar a cabo su recorrido diario por la playa, reconoció el cuerpo cerca del mismo lugar donde su hijo fue arrastrado por la corriente.
A pesar de que se identificó rápidamente el cadáver, el cuerpo permaneció en la playa por varias horas debido a que la Fiscalía de turno debió llegar a ejecutar las diligencias necesarias.
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El trágico hallazgo cerró una búsqueda incansable que comenzó el 2 de febrero, cuando el menor fue arrastrado por la corriente mientras surfeaba con un amigo.
Desde ese momento, la familia y un grupo de rescatistas trabajaron sin descanso, ejecutando patrullajes en motos acuáticas y recorriendo las costas cercanas en busca de cualquier señal del niño.
Búsqueda en playa La Ensenada
La búsqueda fue extensa, abarcando desde la playa La Ensenada hasta Puerto Viejo. El equipo de rescate exploró cada rincón de la zona, incluyendo cavernas y cuevas, en un intento desesperado de encontrar algún rastro que indicara la ubicación del menor.
Aguilar comentó que el padre del niño se levantaba todos los días a las 6 de la mañana para recorrer la playa, y el día del hallazgo no fue la excepción. Tras caminar durante una hora y media, logró avistar el cuerpo de su hijo.
El dolor de la familia, especialmente del padre, fue profundo. Mientras el resto de la familia decidió regresar a Lima tras días de búsqueda infructuosa, el progenitor decidió quedarse, convencido de que su hijo aún se encontraba en la playa.
Según los testigos, la noche anterior al hallazgo, el padre pasó horas rezando, afirmando: "Mi corazón me dice que está acá". Al día siguiente, sus palabras se hicieron realidad.
El impacto emocional para la familia fue devastador. El padre, que mantuvo una actitud serena durante los días de búsqueda, no pudo contener su llanto al encontrar el cuerpo de su hijo.
Según Aguilar, "toda esa serenidad explotó hoy porque él mismo lo ha encontrado", lo que reflejó la enorme carga emocional de la familia al cerrar el triste capítulo de la desaparición del menor.
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