Óscar Arriola toma medidas contra Cnel. (r) Francisco Rivadeneyra tras graves acusaciones: “Tengo que desenfundar mi arma”

El comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Óscar Arriola Delgado, respondió con dureza a las graves acusaciones señaladas por el comandante PNP (r) Francisco Rivadeneyra, quien aseguró que durante su gestión como jefe de la Brigada Especial Contra el Crimen de Lima Norte, identificó a 15 policías que colaboraban con el criminal Erick Moreno Hernández. La afirmación de Arriola de que tendría que "desenfundar" su arma si Rivadeneyra se le acerca encendió el debate sobre los niveles de tensión dentro de la institución.

En una entrevista radial, Arriola calificó de “falsas” todas las declaraciones brindadas por Rivadeneyra, en las que este último también denunció que en diciembre de 2024 se llevó a cabo una supuesta reunión entre el propio Arriola, el entonces ministro del Interior Juan José Santiváñez y un jefe policial, en la que se abordaron los casos de extorsión liderados por “El Monstruo”. Según Rivadeneyra, aquella reunión no derivó en acciones concretas y el jefe policial fue removido tras ella.

“Esa reunión nunca existió. Yo he tenido múltiples encuentros con agentes de inteligencia e informantes sobre ‘El Monstruo’, porque era una obsesión atraparlo. Incluson hubo cuatro secuestros durante el 2023 por parte de esa organización. Decir que hubo una reunión que no ocurrió y acusar de inacción es totalmente falso”, declaró Arriola en su descargo.

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El comandante general también desmintió que Rivadeneyra haya presentado informes con los nombres de los presuntos policías involucrados con la red criminal. “Dijo que envió dos informes al general Conde con 15 nombres. Nunca hizo esos informes. Además, mencionó manejos irregulares en Inteligencia, involucrando al coronel Eric Ángeles. Todo fue investigado en marzo, se le notificó tres veces, pero nunca presentó pruebas. Es una irresponsabilidad total”, subrayó.

En ese sentido, Arriola justificó el retiro de Rivadeneyra de la institución, indicando que se debió a sanciones disciplinarias acumuladas, su falta de maestría y un pasado judicial. “Él no podía ascender por estar en su noveno año de comandante y haber tenido 255 días de sanción. Además, ya había estado en prisión por homicidio, por disparar a otro efectivo policial. No voy a ahondar en los motivos, pero son hechos muy tristes”, explicó.

Frente al historial de violencia de Rivadeneyra, Arriola afirmó que, de acercársele, tomaría medidas extremas de seguridad personal. “Cuando él se me acerque, yo tengo que desenfundar mi arma y rastrillar. Ya disparó una vez, tiene antecedentes de violencia. Si con esto que estoy diciendo se altera aún más, yo tengo que estar ‘ojito’. No tengo nada personal, pero si quiere hablar conmigo, que no se me acerque”, advirtió.

Asimismo, Arriola reveló que le envió una carta notarial a Rivadeneyra, pero esta fue rechazada. Ante ello, anunció que tomará acciones legales. “Le envié una carta notarial que se negó a recibir. Hoy, viernes, presento una querella porque lo que ha dicho es difamatorio, calumnioso y falso. No hay ningún encubrimiento, como él sugiere, y esto debe terminar en una sentencia condenatoria”, enfatizó.

Las declaraciones de ambos altos mandos han desatado preocupación sobre la integridad interna de la PNP y el manejo de casos sensibles como el del criminal Erick Moreno, cuya red delictiva habría operado con cierto grado de impunidad. Mientras Arriola defiende su gestión y promete sancionar la difamación, Rivadeneyra sostiene su versión y denuncia presuntos actos de encubrimiento.