NASA y ESA alertan: aumenta el riesgo de impacto a la Tierra del asteroide 2024 YR4
Las nuevas estimaciones modifican la trayectoria proyectada y aumentan la incertidumbre sobre el objeto espacial.
La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) elevaron nuevamente la probabilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 contra la Tierra, ubicándola en un 2,3% y un 2,27%, respectivamente.
Este cuerpo celeste, con un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de ancho, podría chocar con el planeta el 22 de enero de 2032. Sin embargo, los expertos mantienen la cautela, ya que el 98% de los cálculos sugieren que pasará de largo.
El Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la ESA anunció que actualizará diariamente la información sobre este asteroide, que actualmente encabeza la lista de objetos espaciales potencialmente peligrosos.
La comunidad científica monitorea su trayectoria con telescopios terrestres y espaciales, aunque advierte que los datos pueden variar conforme avancen las observaciones.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) calificó al 2024 YR4 como un objeto de riesgo tras estimar que tenía un 1,3% de probabilidades de impacto.
En sus reportes iniciales, la ESA situó esta cifra en 1,2%, pero su último análisis la incrementó hasta 2,2%, con la expectativa de que la tendencia continúe fluctuando.
“Se espera que este valor numérico evolucione en las próximas semanas a medida que se publiquen más observaciones, primero aumentando y luego disminuyendo, si este asteroide sigue el patrón de descubrimientos anteriores”, detalló la agencia europea.
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El asteroide 2024 YR4 fue detectado el 27 de diciembre de 2024 por la estación del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides, financiada por la NASA, en Chile. Desde entonces, fue objeto de intensos estudios para precisar su órbita y determinar su grado real de amenaza.
Según los reportes, este objeto espacial se aleja de la Tierra siguiendo una trayectoria curva en retroceso. Para finales de febrero, su brillo será insuficiente para que los telescopios de 4 metros de diámetro puedan rastrearlo.
En abril, su observación requerirá instrumentos de gran precisión, como el telescopio espacial James Webb o el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral. Posteriormente, desaparecerá de la vista en mayo y no volverá a ser visible hasta junio de 2028.
A pesar del aumento en la probabilidad de impacto, los científicos reiteraron que la incertidumbre aún es alta y que nuevos datos podrían modificar drásticamente los cálculos. En el pasado, asteroides que figuraban en la lista de riesgo terminaron descartados con el tiempo.
El Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), respaldado por las Naciones Unidas, aseguró que continuará supervisando la evolución de este asteroide, aunque por ahora no considera necesario tomar medidas específicas.
“El grupo ha comenzado a analizar las actividades, pero considera que es prematuro elaborar recomendaciones específicas para las misiones. Esto se volverá a evaluar en una reunión futura que se celebrará hacia el final de este período de visibilidad (aproximadamente a finales de abril o principios de mayo de este año) o antes, si la evolución de la amenaza lo amerita”, indicó en un comunicado.
Mientras tanto, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) mantiene un seguimiento constante del 2024 YR4 y colabora con otros organismos internacionales para mejorar la precisión de sus cálculos.
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