LUM lejos de ser un espacio de reconciliación: surge propuesta para convertirlo en conservatorio o instituto de arte
No logró su objetivo inicial.
La controversia sobre el sentido y utilidad del Lugar de la Memoria (LUM) cobró fuerza luego de que figuras públicas y especialistas en temas de seguridad y memoria histórica cuestionaran el enfoque ideológico del recinto, originalmente creado como un espacio de reconciliación tras la época del terrorismo en el Perú entre 1980 y 2000.
El general (r) César Astudillo, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, recordó que el LUM nació con el respaldo de una donación alemana y bajo el espíritu de la propuesta de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
Sin embargo, desde su perspectiva, este no cumplió su misión de unir al país. “Lejos de convertirse en un lugar plural y pedagógico, su orientación ha acentuado las divisiones sociales y políticas”, denunció a través de su cuenta en X.
Astudillo propuso transformar la infraestructura del LUM en un espacio cultural o académico que responda a necesidades más urgentes. “En coordinación con los donantes, podría convertirse en el Conservatorio Nacional, el Instituto Superior de Bellas Artes u otra institución educativa o científica que sí promueva el encuentro y la reconciliación real”, expresó.
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La crítica al enfoque del LUM también resonó desde medios de análisis político. Giancarlo Peralta, columnista del portal El Montero, resaltó que el recinto tergiversó el relato de los años de violencia.
“Desde un inicio, se disfrazó el terrorismo como un conflicto entre iguales. No se aclaró que la guerra fue desatada por las bandas criminales de Sendero Luminoso y el MRTA contra la sociedad peruana”, afirmó.
Peralta remarcó que las fuerzas del orden cumplieron un rol esencial durante los años de lucha antisubversiva y que su representación en el museo fue injustamente desvirtuada. “Los directivos del LUM estigmatizaron a los uniformados, en lugar de explicar que enfrentaron a los terroristas en condiciones extremadamente difíciles, muchas veces arriesgando sus vidas”, explicó.
Tanto Astudillo como Peralta coincidieron en que los donantes nunca imaginaron que el LUM se usaría como plataforma para la reafirmación de una visión ideológica particular. Esa deriva puso en tela de juicio su legitimidad dentro del proceso de reconciliación nacional.
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