El caso Calígula: muerte en Cieneguilla

En la víspera del Día de los Enamorados de 1992, Fernando de Romaña y su amigo Julio “Chato” Domínguez fueron baleados en un paraje de Cieneguilla causando gran conmoción en la sociedad de aquella época. El caso incluso se convirtió en una exitosa novela, que acaparó la atención del público por lo intrincado de los eventos que mezclaba, droga, sexo, extorsión y coimas de autoridades a gran nivel.

Un homicida sin rostro y una sucesión de eventos delincuenciales envuelven la historia del grupo de jóvenes limeños de clase alta, liderado por Fernando de Romaña Azalde, líder del clan Calígula.

Cuatro balas y dos cuerpos ensangrentados marcaron el misterioso caso de un crimen sin resolver que despertó la curiosidad de los limeños al tratarse de unos jóvenes de familias acomodadas que aparentemente no tenían enemigos que buscaran desaparecerlos. La suma de las evidencias permitió reconocer que los integrantes del denominado “Clan Calígula” estaban sumergidos en una vida de excesos y actos delincuenciales propios de sus deseos de dominar los mercados ilícitos ocultos en los rincones de la capital.

El rol de mentor fue otorgado a Fernando de Romaña Azalde, más conocido como “Calígula”, quien junto a sus amigos se sumergió en el narcotráfico y atracos millonarios. Este y sus cómplices se burlaron de la justicia pagando coimas a efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP), quienes los libraban de culpa sin realizar una investigación concisa.

El Caso Calígula fue un proceso judicial, se refiere al asesinato sin resolver de los jóvenes Fernando de Romaña Azalde y Julio Domínguez Marzano, ocurrido en Lima el jueves 13 de febrero de 1992.

Fernando de Romaña Azalde, alias Calígula, fue asesinado con tres disparos en la cabeza y su cuerpo fue abandonado en el kilómetro 17 de la carretera Huarochirí, Cieneguilla. Domínguez, alías Chato, murió de un balazo en el ojo izquierdo y fue hallado al lado de su vehículo Toyota plateado en Monterrico. Desde allí, la prensa y la policía comenzó a investigar sobre su vida y se les asoció con el narcotráfico, el robo y la extorsión con vídeos pornográficos. Nunca se ha determinado al autor del crimen ni los motivos.

Emboscada fatal

El 13 de febrero de 1992, en la víspera del Día de los Enamorados, dos jóvenes de la clase media miraflorina fueron baleados en una emboscada a la altura del kilómetro 17 de la carretera a Cieneguilla. Fernando de Romaña Azalde, “Calígula”, que entonces tenía 24 años, recibió tres disparos en la cabeza y su cuerpo fue abandonado en ese lugar. Julio Domínguez Barsallo, “Chato”, de apenas 20 años, murió de un balazo en el ojo izquierdo y lo encontraron al lado de un Toyota plateado, cerca de la clínica Montefiori, en Monterrico. De Romaña llevaba 400 dólares en su billetera y tenía un reloj de oro en la muñeca por lo que el robo fue descartado como móvil del asesinato.

A partir de ahí, la prensa y la Policía comenzaron a indagar sobre su vida, destapándose historias de narcotráfico, robos y también extorsión con videos pornográficos. Durante aquellas épocas, miles de peruanos leían con avidez en diarios y revistas las noticias sobre el llamado “Clan Calígula”, y no se perderían luego la famosa novela protagonizada por Julián Legaspi y Leslie Stewart en la que el protagonista animaba el ambiente en las discotecas al grito de: “Que empiece la juerga”.

Se supo entonces que “Calígula”, quien supuestamente vendía autos para solventar su agitado ritmo de vida, había sido detenido a fines de 1990 por el presunto delito de robo de vehículos, pero inexplicablemente fue liberado y el caso abandonado. Según se supo después, se habría pagado una coima de 12 mil soles a malos policías para dejar al muchacho limpio. Por aquel tiempo, Alejandro Vicente Gonzales Ramírez, “Jano”, uno de los supuestos cómplices y que luego fue arrestado por el doble homicidio, alardeaba siempre con que tenía un tío con un alto cargo en el Ministerio del Interior.

Videos prohibidos

Según las investigaciones posteriores, Fernando y Julio no se dedicaban solo al robo de vehículos, sino que también estaban involucrados en el narcotráfico y además solían dopar a jovencitas que conocían en exclusivas discotecas de Lima para después grabarlas teniendo relaciones sexuales y extorsionar a sus familiares con la amenaza de dar a conocer los videos.

Las noticias generadas a partir del caso eran tantas que en 1993 la cadena de televisión nacional conocida entonces como Frecuencia Latina emitió la novela El Ángel Vengador: Calígula, dirigida por Luis Llosa y protagonizada por Julián Legaspi en el papel de “Calígula” y Renato Rossini como su amigo, además de Leslie Stewart, Lolita Ronalds, Sonia Oquendo, entre otros. Todos los personajes tenían los nombres cambiados.

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Tras destaparse el escándalo, otros nombres comenzaron a aparecer. Entre ellos el de Luis Mannarelli Rachitoff, quien había aparecido en un popular comercial de una gaseosa. Tras ser sindicado como miembro del “clan”, fue capturado cuando intentaba pasar de Iquitos a Brasil con un pasaporte argentino falsificado. También se le acusaba de ser cómplice en un robo de joyas a una viuda por un monto de 900 mil dólares. Fue el primero en hablar sobre un supuesto “Ángel Vengador” que tendría amenazados a sus amigos y desde entonces tuvo varios ingresos a diversos penales por diferentes delitos.

En 1993 también fue arrestado Horacio Puccio Bayona, quien había sido el último en ver con vida a Fernando. Se le halló droga y un revólver Smith Wesson calibre 38, que muchos policías creyeron que era el arma homicida. Puccio acusó a “Jano” de haberlos mandado a matar por un robo de droga y también salió libre. En 1999 falleció cuando una de las cápsulas con cocaína que transportaba en el estómago explotó.

Contactos con los narcos

El otro cómplice era “Jano”, quien ya tenía 32 años cuando conoció a los jovencitos y habría sido quien los vinculó con el tráfico de drogas y por quien comenzaron a viajar a diferentes países como Chile, Argentina, Estados Unidos, Canadá, Italia, Alemania, España, entre otros. La hermana de Fernando denunció que Alejandro Gonzales robó libretas y videos de las orgías al día siguiente del crimen.

“Jano” fue arrestado en 1993 acusado del asesinato a balazos de sus supuestos amigos “Calígula” y “Chato”. Según esta hipótesis, Gonzales los habría matado porque lo cerraron con un lote de droga valorizado en 15 mil dólares. Sin embargo, dos años después fue liberado por falta de pruebas.

Según la familia, los amigos eran extorsionados por malos policías que sabían de sus negocios. Un oficial muy allegado al “clan”, el capitán Gregorio Villalobos Quispitupa, habría sido visto discutiendo con De Romaña días antes del asesinato y después ingresó varias veces a su domicilio con las llaves de la casa, despertando varias sospechas. Sin embargo, las investigaciones no llegaron a nada y varios agentes de esa época dejaron la Policía tiempo después.

Ajuste de cuentas

Otra de las hipótesis más difundidas fue la venganza personal. Se dice que un ciudadano italiano habría querido vengar el honor de su hija, luego de que esta fuera grabada teniendo intimidad con ellos. El extranjero habría simulado aceptar pagar el chantaje, pero les tendió una emboscada y los mandó a matar. Otras versiones hablan de un militar retirado. Lo cierto es que los amigos solían conquistar mujeres casadas y muchachas de la alta sociedad a las que después engañaban, robaban o chantajeaban, ganándose varios enemigos poderosos. Se dice también que era “Chato” el objetivo, pues tenía una relación con una señora casada.

La otra versión habla de un ajuste de cuentas por drogas en el que “Jano” pudo estar involucrado. Se dice que “Calígula” y sus cómplices no pagaron un envío de cocaína a un capo extranjero y esa fue su sentencia a muerte.

En 2021, el cuerpo de Alejandro Vicente Gonzales Ramírez (64) fue hallado apuñalado sin vida dentro de su vivienda de la playa Los Pulpos, en Lurín y con él se fue todo lo que sabía. Exactamente 32 años después, los asesinatos de Fernando y de Julio siguen sin resolverse.

Fue un jueves 13 de febrero como hoy, hace veintidós años, cuando Fernando de Romaña Azalde, “Calígula’”, y su amigo Julio Domínguez Barsallo, “Chato”, fueron vistos por última vez con vida. A las 7:00 p.m. ellos ya estaban muertos y, hasta ahora, no se sabe quién los mató a sangre fría. Dando origen a la leyenda del “Ángel Vengador”.

Cronología de los hechos

Diciembre 1990

Fernando de Romaña Azalde , con 22 años, fue intervenido por la policía por el presunto delito de robo de vehículos. Por aquella época no se le conocía con su famoso alias, pero su vínculo con esferas del poder ya era evidente. Varios medios reportaron que se pagó una coima de S/.12 mil para que el joven quedara limpio de polvo y paja. Los policías involucrados fueron dados de baja por sanciones administrativas. Nunca se supo de dónde salió el dinero.

Octubre 1991

Un grupo de agentes de Dircote acudió a la calle Diez Canseco 561, en el distrito de Miraflores. Seguían las pistas de una mafia que se dedicaba a traficar vehículos. Era la casa de la familia De Romaña. Fue la primera vez que el nombre verdadero de “Calígula” era difundido por los medios. La investigación no siguió y el caso quedó paralizado. La versión oficial fue que “la intervención policial fue irregular y los detectives fueron sometidos a sanciones administrativas”.

13 de febrero 1992

El hermano de “Calígula”, Jorge de Romaña, contó ante la policía que ambos salieron de la casa de Miraflores a las 4:30 p.m. Nadie sospechaba que, minutos después, el Toyota plateado de placa LQ-3023 en el que viajaban sería interceptado por sus asesinos, hasta hoy desconocidos.
Empezaba la noche y la policía ya había ubicado sus cuerpos. A “Calígula” lo mataron de tres disparos en la cabeza. Su cuerpo fue abandonado en el kilómetro 17 de la carretera Huarochirí - Cieneguilla. “Chato” murió de un balazo en el ojo izquierdo y fue hallado al lado del vehículo en Monterrico.
Un par de evidencias causaron el primer revuelo: fue un ajuste de cuentas, ya que “Calígula” tenía en su billetera 400 dólares y su reloj de lujo intactos. Dos, el vehículo era alquilado. Había pagado S/.80 diarios y una garantía de US$500 para poder manejar el carro que lo llevaría a su muerte.

1 de marzo 1992

El nombre de “Calígula” se convirtió en solo dos semanas en sinónimo de chantajes, de orgías y de fiestas a todo dar con la clase alta de la capital. “De Romaña se dedicaba a la producción de videos pornográficos con la participación de jovencitas. Muchas veces, las cintas eran enviadas a los padres de las chicas a fin de que paguen un chantaje para evitar su difusión”, informó El Comercio por aquella época.
Se conoció que una de sus víctimas fue la hija de un italiano no identificado. Este habría aceptado el chantaje, pero en lugar de pagarles el dinero pactado, los asesinó a tiros. Era la primera hipótesis policial.

6 de marzo 1992

No solo sexo, sino drogas. La segunda teoría del crimen apareció en medios: el ajuste de cuentas por traficantes de drogas. Se vinculó el crimen con aquella intervención de 1991 que quedó paralizada. Al igual que la de 1990, el caso fue bloqueado por irregularidades en el proceso. Algo quedaba claro: “Calígula” tenía mucho dinero y jamás había vendido un auto “y ni siquiera una bicicleta”, según un agente de la División de Homicidios.

8 de marzo 1992

Luis Mannarelli Rachitoff, tío de Liliana Mannarelli, fue vinculado al caso. La policía detectó que estaba vinculado al clan de “Calígula” que se dedicaba a grabar orgías para chantajear a sus víctimas, por lo que ordenaron su captura. Solo habían pasado 31 días después del crimen y ya se había difundido un sobrenombre para el asesino desconocido: “Ángel vengador”.

26 de agosto 1992

Carlos Edmundo Gonzales Ciccia (38) había sido capturado luego de robar joyas y un monto de US$900 mil a María Teresa Normand viuda de Santos, en San Isidro. El crimen ocurrió el 24 de junio de 1991. Gonzales fue intervenido y reconocido por la empleada de la casa, Nancy Gómez Magallanes. Ante la policía, dijo que actuó con aliados, entre ellos Mannarelli Rachitoff.

25 de abril 1993

Mannarelli Rachitoff fue capturado cuando intentaba fugar de Iquitos rumbo a Brasil con un pasaporte argentino falsificado. Tres días después, un familiar dijo para la prensa: “Si lo llevan a la cárcel intentarán matarlo (por) algo grande que le es imposible revelar, porque su vida correría peligro”.
Según su abogado, estaba tratando de huir del país para evitar a los asesinos de sus amigos “Calígula” y “Chato” porque ya habían atentado dos veces contra su vida. Sin embargo, fue procesado por el robo de joyas en el que participó con su entonces pareja Pamela Aninat Farfán y por la muerte de su enamorada Manuela Barreto Vargas en agosto de 1991 en un accidente en la Costa Verde. Por este último caso, fue absuelto poco tiempo después.

1 de noviembre 1993

Alejandro Gonzales Ramírez, “Jano”, fue capturado en Miraflores. La hermana de “Calígula” lo sindicó como la persona que se robó dos libretas y varios videos de las orgías de su clan al día siguiente del asesinato, el 14 de febrero del año anterior. Cuatro días después fue acusado ante el Poder Judicial por homicidio y los medios de comunicación ya lo llamaban el “Ángel vengador”.
Tras su captura vendría una seguidilla de testimonios de personas involucradas en las fiestas del clan “Calígula”, entre ellos la dalina Mónica Santa María, el cómico Raúl Beryón e incluso la que luego sería congresista, entonces vedette, Susy Díaz.

30 de noviembre 1993

La policía capturó a Horacio Puccio Ballona cuando salía de su casa en Miraflores. Ante la fiscal Nancy Vargas Cuba señaló que “Jano” fue el asesino de “Calígula” porque este y el “Chato” se robaron un lote de droga de unos US$15 mil. El entonces “Ángel vengador” habría actuado por orden de un “exdiplomático de un país vecino”.
Puccio saldría libre poco tiempo después, pero solo para morir en 1999 cuando una de las 229 cápsulas de droga que quería sacar del país se le reventara en el estómago.

31 de enero 1994

Luis Mannarelli Rachitoff fue condenado a ocho años de prisión por el robo de joyas que cometió años atrás junto a Carlos Edmundo Gonzales Ciccia y José Luis Mendoza Torres, ambos autores materiales del hecho. En la foto, un joven Mannarelli en medio de una audiencia de su juicio.

12 de abril 1995

“Jano” fue absuelto por la primera Sala Penal. No había suficientes pruebas para condenarlo por el doble homicidio. El caso “Calígula” volvió a fojas cero.

23 de junio 1996

Luis Mannarelli Rachitoff salió en libertad al cumplir un tercio de su condena. No se volvió a realizar progreso alguno en el caso. El “Ángel vengador” nunca pudo ser identificado.

Orgías, chantajes sexuales y mafias de la droga

Al mes siguiente del asesinato de ‘Calígula’, un reporte publicado por El Comercio indicó que la muerte de estos jóvenes estaría relacionado a una mafia que organizaba orgías en fiestas exclusivas, planificaba chantajes y grababan videos pornográficos que luego eran usados para extorsionar, en su mayoría, a mujeres y hombres de prestigio.

En 1993 la cadena de televisión peruana Frecuencia Latina estrenó la telenovela El “ángel vengador”: “Calígula”, dirigida por Luis Llosa y protagonizada por Julián Legaspi.

Un hecho curioso para analizar fue que cobró notoriedad el nombre de Mónica Santa María, la dalina de “Nubeluz”, quien fue víctima de este clan cuando mantuvo una relación con Arturo Bayly. Estos tenían en su poder unas cintas que iban a perjudicar su imagen pública, sobre todo, por el ambiente infantil en el que laboraba.
Y así de esta manera, sin testigos terminó una de las historias más truculentas de nuestra sociedad limeña.

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