El 50% de casos se detecta en etapas avanzadas de cáncer de hígado: diagnóstico tardío reduce las opciones de tratamiento
Excesivas calorías, azúcares y grasas consumidas durante las fiestas de fin de año pueden agravar las condiciones preexistentes.
Las celebraciones y reuniones familiares son ocasiones para compartir gratos momentos durante las fiestas de fin de año, pero también representan un reto para nuestra salud, especialmente para el hígado, que es clave en procesos como la desintoxicación y la digestión.
El Dr. Javier Díaz, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Edgardo Rebagliati, advierte que las excesivas calorías, azúcares y grasas consumidas en estas fechas pueden agravar condiciones preexistentes como la cirrosis, diabetes o hígado graso, y aumentan el riesgo de carcinoma hepatocelular (HCC), un cáncer de hígado que representa el 90% de los casos oncológicos de este órgano.
En el país, la incidencia del HCC es de 5.4 casos por cada 100 mil habitantes, con más de 2 mil diagnósticos anuales, según el Ministerio de Salud. Hasta el 85% de los casos ocurre en personas con cirrosis, y el diagnóstico tardío es común: más del 50% se detectan en etapas avanzadas, reduciendo las opciones de tratamiento. “Las personas con factores de riesgo, como antecedentes de hepatitis o cirrosis, deberían realizarse ultrasonidos y pruebas de alfa fetoproteínas cada seis meses”, recalca el Dr. Díaz.
Recomienda una dieta balanceada que promueva la depuración y el óptimo funcionamiento del hígado. Las verduras, frutas, especias, frutos secos, frijoles y granos integrales, que aportan fibra, antioxidantes y nutrientes esenciales, destacan entre los alimentos más beneficiosos. Porciones moderadas, de lácteos, aves, huevos y mariscos también forman parte de esta alimentación, por sus proteínas magras y grasas saludables.
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Seguir un enfoque similar al de la dieta mediterránea favorece la salud hepática y contribuye al bienestar general y a la prevención de males crónicos, así como optar por métodos de cocción saludables: al horno, a la plancha o al vapor, evitando el uso excesivo de grasas en la preparación de los alimentos.
El hepatólogo sugiere una hidratación con infusiones de jengibre o té verde, que puedan potenciar la depuración del hígado y mejorar su funcionamiento.
El hígado es el segundo órgano más grande del cuerpo, importante por su capacidad para desintoxicar, almacenar nutrientes y producir bilis para la digestión. “El cáncer de hígado es prevenible y detectable con chequeos regulares. Es fundamental no ignorar los síntomas ni descuidar los controles, especialmente en personas con mayor riesgo”, concluye Díaz.
Conocimiento y prevención
El conocimiento y la prevención son esenciales para combatir este grave problema de salud en el Perú, en América Latina y el Caribe, donde se diagnostican anualmente 39,495 nuevos casos. Por ello, recomiendan ponerse en contacto con profesionales médicos y organizaciones de salud especializadas en el área, ya que la detección temprana puede marcar la diferencia en la vida de las personas afectadas por esta enfermedad.
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