Altos mandos de PNP celebraron fiesta clandestina en plena alerta por Fiestas Patrias
Reunión no habría sido autorizada por Ministerio del Interior ni forma parte de actos oficiales.
El sábado 26 de julio, en uno de los salones más exclusivos del distrito de Chorrillos, altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP) participaron en una celebración que, según fuentes oficiales, no formaría parte de las actividades protocolares autorizadas por el Ministerio del Interior.
La música resonó una cuadra entera, mientras vehículos con placas del Estado permanecieron estacionados en los alrededores del local.
En su interior, uniformados de gala y personal de unidades de élite disfrutaron de una animada reunión encabezada por el comandante general de la PNP, Víctor José Zanabria Angulo.
La 'Orquesta Candela' se encargó del ambiente musical, mientras los asistentes bailaban y compartían en medio de un clima festivo.
No obstante, la situación ocasionó cuestionamientos debido a que las autoridades policiales se encontraban bajo estado de alerta máxima por Fiestas Patrias, según directivas emitidas previamente.
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Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que esta reunión no figura en el cronograma oficial de actividades.
Las únicas ceremonias reconocidas como actos protocolares son la Gran Parada Militar y el tradicional almuerzo de camaradería del 29 de julio en Palacio de Gobierno con presencia de la presidenta de la República.
Durante la madrugada, periodistas de Panorama captaron imágenes de vehículos oficiales en uso para trasladar a los altos mandos.
Al ser consultados por la legalidad de la actividad, ninguno de los generales presentes respondió. Algunos incluso evitaron salir por la puerta principal del local, mientras personal de seguridad comenzó a retirar vehículos con rapidez.
“¿Esta es una actividad formal, mi general?”, preguntó un reportero. La respuesta fue el silencio o evasivas como un “¡Feliz 28!”. Estas escenas se produjeron pese a la prohibición expresa de organizar eventos no oficiales durante estas fechas.
El uso de recursos del Estado —vehículos, seguridad y uniformes— para fines no protocolarios podría constituir una falta administrativa o incluso un acto irregular que amerite investigación, advirtieron fuentes cercanas al Ejecutivo.
La controversia apenas comienza. La expectativa ahora recae en la reacción oficial del Gobierno ante estos aparentes excesos y en las medidas que se tomarán para garantizar la transparencia y el uso adecuado de los recursos públicos.
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