Agustín Lozano no descartaba volver a la política: se reinscribió en partido de César Acuña, Alianza para el Progreso
Cuestionado dirigente deportivo comparte acusaciones de compra de árbitros con su líder partidario.
Viene de Agustín Lozano vivía entre poder y corrupción al manejar 270 millones de soles, señala Fiscalía
Al igual que otros dirigentes del fútbol peruano, Agustín Lozano también se dejó seducir por el poder, y postuló por Alianza para el Progreso a la Alcaldía Distrital de Chongoyape, dos veces consecutivas con éxito.
De allí saltó a las ligas mayores deportivas, siendo vicepresidente de la Federación Peruana de Fútbol hasta diciembre de 2018. El titular, Edwin Oviedo, fue arrestado, y le tomó la posta.
Lozano se había inscrito en APP en 2004, para desafiliarse en el 2007. Luego regresó para ser político, y –según algunas fuentes– planeaba tentar nuevamente la suerte a fines del 2026.
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Además de ser políticos que pasan por la dirigencia deportiva, Lozano y su líder Acuña tienen más cosas en común. Sus familiares directos manejan clubes de fútbol que fueron favorecidos irregularmente.
En 2017, el club Universidad César Vallejo protagonizó un escándalo en Segunda División. Audios, fotos y chats confirmaron que se sobornaba jugadores y árbitros.
Acuña salió librado, pero varios futbolistas fueron suspendidos, incluso uno de por vida.
La esposa de Lozano, Orfelina Correa, posee el club Juan Pablo II, el cual ascendió a Primera División con un gol irregular, como se corroboró en los videos.
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